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Tema: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

  1. #1
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    Predeterminado Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    A ella, la cucaracha enamorada, la nombraremos Brauni y a él, el grillo imposible, Salti… Pues llegaron un par de amigas a la casa de Brauni, con su cargamento de chismes y una cajita de cigarrillos…que si esto, que si aquello, que si no viste el capítulo de la telenovela de ayer… que no mujer, porque tenia al dueño de casa sentado en un sillón, con tamaño bote de DDT en mano para dejarme patidifusa a penas me viera, y pues ante perspectiva semejante comprenderás que no me iba a exponer... Pero no venimos a hablar de eso, Brauni, sino a contarte que vimos a Salti en el café de la esquina con una rubia, algo pasada de peso, con un suéter a rayas horizontales, hablamos más tarde con él, comentando al respecto, y segun dijo, es la hembra más dulce que ha conocido.

    -No!! Grito Brauni, díganme ustedes que no es verdad.

    -Ojala lo fuera, hermana, pero tú sabes lo feísimas que somos. Olvídalo, no pongas tu corazón en imposibles, olvida, hermana olvida y piensa mejor en uno de mis hermanos, tengo 128 que aún son solteros. Están a tu entera disposición.

    Pero Brauni no tenía cabeza para sus iguales. Ya había entregado su corazón a Salti, que era Simpa, cantautor y un flojonazo de primera. Brauni se sentó en una mecedora y se puso a tejer botitas. Tejió docenas, cientos, miles y cientos de miles de botitas de estambre. Tenía en un rincón, cinco huevecillos, a punto de reventar la tela y salir a la luz. Hijos todos del susodicho Salti.

    Brauni se lamentaba a todas horas, día y noche, de lunes a domingo y de 7 AM a 7 PM, eso porque había que dormir…

    ¿Sera posible que haya huido, el muy canalla? Tan bonito que pintaba nuestro panorama… En dónde andará el desgraciado con esa caja de cuerdas bucales que tiene. Y yo que me desbarato, que me deshielo, que invoco a las sales de la tierra… que tengo el corazón en carne viva, que no se dar ni un paso, que estoy desconsolada, que yo no sé olvidar como él olvida…

    Y tejía, tejía, docenas, cientos, miles de botitas de todos colores.

    Toc toc. Llamaron a la puerta. Eran otra vez las amigas:

    -Brauni del alma, tu Salti vive con su reina, porque has de saber, que pertenece a la realeza. Para que lo sepas y te desengañes. Ella posee una casa con cientos de cuartos, de muy mal gusto, sí, pero inmensa. Tiene miles de obreras, y miles de zánganos a su servicio. Por cierto estos últimos no hacen otra cosa que competir para fecundar a su reina, ella escoge el padre de sus niños y sus obreras son las nanas. Una familia real bastante peculiar, como ves. Y vete tú a saber si la fecundación será al natural o artificial. No sé ese gusto de algunas hembras, de mantener zanganos. (Esto lo dijo como una indirecta para la pobre Brauni)

    -Pero mi amado Salti, ¿que tiene que hacer ahí?

    -Eso no lo sabemos. Quizá la reina quiere experimentar con híbridos ¿acaso no es eso lo que tu misma has hecho?

    -Yo? Por qué dicen eso?

    -Ah, no finjas demencia que no te queda. Eres una futura madre. Soltera del todo. Mal correspondida del todo.

    Y Brauni se puso muy triste a tejer botitas, cientos, miles de botitas, mientras soñaba con sus cinco hijitos híbridos. Pensaba qué color serian, Salti era blanco, tirando a gris, ella color café sin gota de leche… ¿Y que si la combinación de colores daba un verde vejiga? Se horrorizaba Brauni… Pero por lo menos ambos tenían dos antenas en las cejas… por lo menos en eso coincidían. Se consolaba la infeliz Brauni.


    (Continuará en el próximo capítulo. Se piden a los amables lectores, cinco nombres para los pequeños híbridos que esperan nacer muy pronto. Como premio a quienes aporten los mejores nombres se les regalaran una docena de botitas)


    Ciao. Uf, creo que estuve desbocada.

  2. #2
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    Ahí van sin pensar, una propuesta de cinco nombres, como pides. (Deseo en el alma que te propongan otros de mejor cariz. jajajaja):

    -Raro-Atroz-Expe-Genio- Belfa.

    Y celebro tu relato. Saludos de Avicarlos.

  3. #3
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    wow my friend!! te sigo y espero q salti tenga su explicacion ! y por los nombres no se como vas a hacer, avicarlos ya te dio algunos
    y en fin... hago un aporte ya q las botitas son d colores se llamarian:Celeste, Violeta,Rosa,Rojo y Verde =P

    Saludos
    mario (Arg)
    no se sere un indispensable ...pero estoy aqui :mrgreen:

  4. #4
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    MirandaMiranda ...¡¡¡¡que relato!!!

    Que bichito más don Juan...¿No será que la gorda lo quiere para más de algo relacionado con lo culinario? esperemos que no...

    Los nombres...ojitos-monitos, antenitas, flaqui, gordi.

    Saludos y tus relatos son de lo más entretenidos...te leemos con placer...
    Saludines desde la ciudad tanguera.

  5. #5
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    “Porque todo pasa en el tiempo preciso en que tiene que pasar” (Vieja filosofía del edificio que ocupaban Brauni, familia y amistades), los cinco huevecillos reventaron la tela. No fue algo súbito como con pollos y sus cascarones, sino que estos huevecillos fueron perdiendo forma desde adentro, un poco cada día hasta reducir la cubierta a la mitad. La verdad era que los híbridos se los estaban comiendo. ¡Quien los culparía! era su placenta y querían nacer sanos…

    Efectivamente no solo salieron sanos sino hermosos. Eran unas criaturitas de ensueño, dos hembras y tres varones. Blancos; una especie de cebras en insectos, solo que las rayas negras del cuerpo, no eran oscuras. Los machos las tenían azules y las hembras algunas color lila y otras color rosado, todos ellos con brillo de diamantina en polvo en las rayas y sus pelos largos de las cejas, en los varones eran de plata y en las hembras de oro. Tenían además en sus cuerpos transparencia de gotas de rocío que reflejaban arcoíris diminutos. Una joya era lo que parecían, como si un orfebre hubiese trabajado en cada pequeño ser. Vaya ni Benvenuto Cellini, mejor orfebre del Vaticano, hubiese forjado a los pequeños híbridos, aquellos eran cinco broches prendedores para lucirlos en vestidos de gala, con vida y movimiento.

    Brauni y sus amigas estaban felices, no supo ni donde dejo el estambre y los ganchos de tejer botitas. Besó a sus hijitos, los contemplo embelesada con lágrimas en los ojos. Pensó en tomarles fotos pero no sabía cómo ni tenia cámara. Pensó igual en Salti, que andaría por ahí ignorando que habían venido al mundo cinco prodigios producto de su pasajero amor con la pobre Brauni.

    Los pequeños se pusieron a cantar. Jugaban todo el día, era un gusto verlos. Las dos niñas llevaban por nombre Belfa y Antenas. Los niños eran Atroz el mayor de todos, Flaqui y Rarito, el mas pequeño.

    Un día Brauni llevo a sus pequeñajos a tomar helados de vaca. Era una heladería de por ahí cerca y fue su primer salida. Llegaron atraídos por el pregón del heladero. ¡Helados, helados de vaca, tengo de crema, queso y mantequilla, de filet mignon, churrasco, chinchulines… pasen, pasen que son gratis! Helados de vacas contentas, de vacas felizmente enamorada, aquí, pasen ustedes a disfrutar.

    Todo mundo en la heladería volvía la cabeza para ver a los híbridos saltando, brillaban como luciérnagas. Pensaban que el padre era un bicho de esos que salen a alumbrar con su luz las noches oscuras del bosque. No hay otra explicación, decían. Estas criaturas deberían estar trabajando en Hollywood, apareciendo en concursos de belleza.

    Brauni estaba que no cabía de orgullo.

    Ocurrió que un día de las tuberías de agua de la casa de Brauni, no salía ni una gota. Y el drenaje estaba tapado. Ella llamo a Ero Plomero-Fontanero, quien vivía cerca. Apenas entro este, vio que salían hilos de estambre de los tubos, empezó por jalarlos y problema solucionado. Tanto tuberías como drenaje estaban tapados con cientos de las botitas tejidas por Brauni. No me explico por qué. Dijo Brauni. Estos niños sin duda las metieron.

    -No creo que fuera necesario, esto no es a propósito -dijo Ero Plomero-Fontanero, sus botitas lo invaden todo.

    Y era verdad. Dentro de la casa había botitas debajo de la cama, en armarios y cajas, en el refrigerador, el techo, los muebles. Todo era un mar de botitas de colores, por qué entonces no podía haber botitas en tubos y drenajes.

    Brauni invito a tomar café y pastel a Ero Plomero-Fontanero, un hombre feísimo, gordo, chaparro, y lleno de verrugas, el cual en la conversación le pregunto por el padre de los niños… Son tan bellos, no entiendo, si yo estuviera en su lugar, me pasaría días enteros con ellos.

    -No creo que si fuesen suyos y de alguien como yo, estarían tan hermosos. Ya ve, usted la viva imagen de Choki y yo la novia de Choki, solo que más feos…Mis hijos son de Salti, un cantautor no tan afamado como él quisiera, ni tan buen padre como yo quisiera. Un vagabundo que va por la vida como las hojas que se lleva el viento, no tiene hogar, oficio ni beneficio y duerme donde se le antoja. Me abandonó por una dizque reina muy dulce, quien convive con seiscientos zánganos para procrear ciudades de obreras y obreros, una especie de comunidad socialista según ellos de lo más igualitaria.

    -Ya conozco esas ciudades. Yo mismo estuve a punto de irme a vivir con una de las obreras, pero ella con el cerebro bien lavado, no me prestaba atención, con 18 horas de trabajo diario, no le quedaba tiempo para mí.

    -Pero a la reina le queda tiempo, hasta le sobra, a sus cientos, miles de huevecillos, los cuidan las obreras nanas e instutrices. Apenas nacen los pobres niños, y ya están trabajando, convertidos en obreros ellos mismos. Son unos explotadores de menores; carecen de sentimientos.
    Brauni mientras conversaba y tomaba café con Plomero-Fontanero, seguía tejiendo botitas. Este le pregunto que para que tantas:
    Ella respondió que si tomaba en cuenta que si sus hijos eran cinco y cada uno tenía seis patitas, no eran en realidad tantas. Son botitas desechables y estos niños frecuentemente las ensucian con tierra y lodo.

    -Tiene razón dijo Plomero-Fontanero…

    Solo que lo dijo no muy convencido. Él quería llevar la conversación a otros terrenos más sustanciosos y le dijo que lo ideal era que estas botitas, las usara como dinero. Que él tenía en mente entrar al mundo de Wall Street, y esas botitas podrían ser vendidas por acciones, o bien intercambiadas por bonos del tesoro mundial. Piense en eso, yo puedo ser su representante, hacerla millonaria.

    Brauni poseedora de una lógica cartesiana aplastante e indiscutible. Le dijo: ¿Pero para qué si en nuestro mundo todo es gratis?

    -Tiene razón, volvió a decir Ero Plomero-Fontanero.

    Más tarde volvió a la carga: Le preguntó por qué no formaba un grupo musical con sus cinco pequeñajos. Que él era representante de artistas.



    Continuará.
    Última edición por MirandaMiranda; 22/03/2012 a las 18:07

  6. #6
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    Que buenos son tus relatos snif snif
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  7. #7
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    Vaya fértil imaginación. Ja,ja,ja. Conque algunos de los recién nacidos los apadriné yo, jajajaja. Nada, nada, agradecido. Tendré en cuenta sus cumpleaños y les acompañaré al Circo y por Reyes les obsequiaré con cinturones de azúcar ya que Brauni con los zapatos, se pasa y no parece que precisen mayor indumentaria. jajaja

    En cuanto al Plomero, es de ideas fijas, con el afán de ganar dinero. Propónle que plante los primeros billetes y los cultive en su huerto. Ya no necesitará tener que representar a nadie más que así mismo. y vender, si alguien compra su producción.
    Mejor aún, una vez en marcha el cultivo, que pida traspaso de negocio. Más dinero.

    Y el padre ausente, ¿volverá?. O ¿se lo impedirá la Reina?.

    MirandaMiranda........Nos tienes atrapados en tu red.

    Saludos de Avicarlos.

  8. #8
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    Post Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    Maquech 2.jpgMaquech.jpg


    Los herederos de Brauni son similares a estos Maquech, recuerdos de una princesa maya que al amar un imposible murio de amor y se convirtió en broche para ir prendida en la ropa de su amado, muy cerca a su corazon. Solo que los hijos de Brauni son blancos y mas delicados, por lo tanto doblemente hermosos.



    Avicarlos, tus ahijados te mandan besos, dicen que nada de cinturones, quieren una guitarra electrica, andan entusiasmados con la idea de formar un grupo musical. Si no se puede guiarra, dicen, por lo menos un teclado digital, saxofon o bateria.
    Quieren compartir contigo dos de sus juguetes favoritos


    Parece ser que Salti, padre de los hibridos, ha muerto ahogado en el mar amarillo y pegajoso de la reina dulce.

    Las rubias son duras de corazón, se murmura por ahi.

  9. #9
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    Pobre Salti espero q este vivo, falta q explique el porque de su alejamiento =(...
    no se sere un indispensable ...pero estoy aqui :mrgreen:

  10. #10
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    Predeterminado Re: Helados de vaca y algo más (segunda parte)

    ¿El por qué de su alejamiento? Pero si es obvio que por infiel, como muchos masculinos. Debe ser un grillo hibrido de colibri, le gusta andar de flor en flor libando nectar. Bien merecido tiene su muerte.

    Ciao,

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