El contestar esta pregunta con un sencillo “Sí” o “No” dejaría a uno con una idea equivocada. La respuesta bíblica forzosamente tiene que encerrar “modificaciones,” y es fácil ver por qué.
En 1 Corintios 7:14 la Biblia muestra que Dios puede considerar como “santos” a los hijos menores de una madre o un padre cristiano. Aunque son jóvenes y todavía no han llegado al punto de ser personalmente responsables a Jehová, su madre o padre está tratando de desarrollar en ellos un amor a Dios y al camino de la justicia. Parece evidente que al tiempo de la guerra destructiva del Armagedón Dios los preservará sobre la base del mérito de familia de la madre o el padre cristiano, aunque los hijos todavía no estén dedicados ni bautizados.
La respuesta también tiene que estar “modificada” porque la Biblia no dice categóricamente cómo Dios va a encargarse de ciertos casos insólitos, como los que envuelven a personas de mente retardada que nunca tuvieron la capacidad para aprender acerca de Jehová y sus propósitos. En cuanto a estas personas no bautizadas, es posible que el mérito de familia aplique a ellas como en el caso de niños menores, irresponsables, que tengan un padre, una madre o un tutor creyente fiel.
Sin embargo, estos casos especiales no disminuyen de ninguna manera la importancia de la dedicación y el bautismo para los que desean el favor y la protección de Dios a través de la culminación destructiva de este inicuo sistema de cosas. Dios insta a los que se interesan verdaderamente en sobrevivir a buscar la justicia y a que lo invoquen con fe. (Sof. 2:2, 3; Joel 2:32) Eso obviamente significa que una persona tiene que hacer cuanto esté en su poder para hacer la voluntad de Dios. ¿Y cuál es esa voluntad en lo que toca al bautismo?
Jesús fue bautizado en agua, poniendo un ejemplo para los cristianos. (Mat. 3:13-17; 1 Ped. 2:21) Entre las instrucciones finales que dio a sus
discípulos está el mandato “hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos.” (Mat. 28:19, 20) Y uno solo tiene que leer el libro de
Hechos para ver que los cristianos primitivos reconocían que el bautismo era un paso necesario de obediencia para todos los que deseaban el
favor de Dios.—Hech. 2:37-41; 16:30-33.
Ni la Sociedad Watch Tower ni ningún humano de hoy día puede disminuir la fuerza de esa indicación de la voluntad de Dios. No parece que hay razón bíblica para pensar que una persona que tenga un conocimiento razonable de la verdad bíblica y sepa la importancia de dedicar su vida a Dios y de bautizarse, pero que se abstenga de hacerlo, vaya a ser preservada por Dios a través de la destrucción venidera.
Nos damos cuenta de que se pueden hacer surgir muchos casos hipotéticos o “¿Qué hay si . . . ”, casos que parecen envolver circunstancias atenuantes. ¿De qué sirve, sin embargo, especular sobre éstos? La ilustración de Jesús de las “ovejas” y las “cabras” aclara que llegará el tiempo en que la división entre las “ovejas” y las “cabras” se hará clara y final. (Mat. 25:31-46) En vez de buscar ‘escapatorias” en el arreglo de Dios para la salvación, lo que necesitan hacer todos los humanos que desean preservación es aprovecharse a grado cabal de la oportunidad misericordiosa que Dios da de servirle. Y necesitan hacerlo ahora, antes que se haga demasiado tarde para comenzar a pensar en hacerse siervo de Jehová. Las “ovejas” que son preservadas a la “vida eterna” serán personas responsables que hagan la voluntad de Dios tan completamente como sea posible. (1 Juan 2:17) La Biblia muestra sin lugar a duda que la voluntad de Jehová para los humanos hoy incluye el ser bautizados y ser testigos públicos de él.—Rom. 10:10.
Jesús comparó nuestro tiempo, que se halla frente al fin de este inicuo sistema de cosas, con los días de Noé. (Mat. 24:36-39) Y valiéndose de la experiencia de Noé, el apóstol Pedro añadió: “Lo que corresponde a esto ahora también los está salvando a ustedes, a saber, el bautismo, (no el desechar la suciedad de la carne, sino la solicitud hecha a Dios para una buena conciencia).” (1 Ped. 3:20, 21) De modo que todos los que desean la salvación deben reconocer lo vital que es el paso del bautismo.
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