Iniciado por
mr. peralta
Y en honor a la hipocresía he decidido invitarla a un parque o a uno de esos sitios públicos donde todos ven nuestros cuerpos y lo que hacemos. He tomado la gran decisión luego de que un individuo, de los tantos que andan en mí, se me acercara y me dijera que la quiere para él. He decidido llevarla a un parque, brindarle una hojuelita con refresco rojo y saludarla con manos firmes, saludarla con respeto ya que en mi mente vaga la idea de que le quiero faltar aquel respeto que nos viste, también habita la idea de que la quiero sin ropa, por eso la he invitado a un parque.
Ya que acordamos en aquel lugar, donde todos nos ven y todos nos escuchan, donde todos nos ven el nerviosismo desnudo y delatado, el mismo sitio en que mueren dos ganas y un silencio, y el silencio que es mal testigo y las ganas que se dejan ver por todos. Y los chineros, paleteros y policías del parque se harán los locos, y nos mirarán tirados en el pasto, casi muertos, nos envidiarán, van a murmurar sobre las cosas que ya no se hacen pero será un disfraz para decir que estamos locos. Locos ellos que no conocen el lenguaje de un cuerpo cuando esconde diez poemas y una prosa.
Y la idea es despojarnos de todo en el parque, dejar las ganas tendidas en el piso de cemento para que el sol las seque, dejar el orgullo también al sol, para que las queme. Irnos y dejar todo limpio. Irnos y dejar aquellos labios cargados de dudas para que se los roben, porque en los parques ya se roban todo. Ya nadie deja nada en los parques, no es divertido para todos eso de joderse la vida.
Es bonito eso de joderse la vida.
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