Sigues siendo la única constante lectora que te atreves a dar opinión. Y como ésta veo que siempre es favorable, ¡BIENVENIDAS SEAN TODAS!.
Como este cuento semi histórico, se trata de Saray-Sara, doy por finiquitado el relato con esta última reseña de lo que me transcribió Zeón.
BUCLE TEMPORAL Abraham -Sara
Cap 36
El fruto de la unión con Agar, al año resultó Ismael. Y una plácida infancia, con alegría por parte de las madres Saray y Agar, transcurrió, hasta que siendo consciente Agar de su privilegiado estado en la casa de Abram, denigró a su competidora, una mujer incompleta. La estirpe de Abram, era de Agar. Saray una inútil concubina.
Tres años más de pesadilla confrontaron a ambas mujeres, cuya amistad perdida se convirtió en odio. Pero ya siendo un mozo Ismael, el cambio de Saray estéril a Sara futura madre, volvió a dar la vuelta a su situación.
Primero Agar se reía de la espera de un primogénito. Seguía ridiculizando a Sara. Abram temiendo que los enfrentamientos diarios pudieran perjudicar el desarrollo del feto, se ausentó de Betel, llevándose a Sara hasta el día del alumbramiento.
Lejos de amilanarse Agar al regreso de Sara con su hijo, propaló a las comadres que Isaac, era un bebé comprado. Sara ante tal ignominia, organizó una fiesta de celebración en el que estaban invitadas madres recientes con sus niños lactantes.
Y al estilo de restaurante con barra libre, uno a uno dio el pecho a los niños allí reunidos. Demostraba así no solo haber concebido a Isaac, sino que también a su edad de noventa años, disponía de la perfecta naturaleza maternal.
Cuatro años más transcurrieron en que la continuada maledicencia de Sara para con Agar, obtuvo el resultado de convencer al esposo-hermano, de la necesidad de liberar a Agar y echarla de casa con su hijo.
La burla de Agar, dirigida a la que había sido su dueña, amiga y confidente, apesaró tanto a Sara como a Abraham, al despedirse sin más bagaje que lo puesto.
Abraham pasó días y noches arrepentido de enviar a su segunda esposa e hijo, a una muerte segura. Largas distancias debía recorrer antes no hallara agua. Sin víveres ni animales de carga para el viaje, difícil lo tenían Agar e Ismael.
Convencido de su irresponsable actitud, sintió la necesidad de purgar el delito sacrificando lo que más valor tenía para él. Su hijo Isaac.
Alegando a Sara que se llevaba a su hijo para una ofrenda, se alejó recorriendo los alejados montes durante tres días hasta que para no prolongar más su angustia, decidió levantar un altar y finalizar con la ejecución de Isaac.
La última mirada que iba a dirigir a su hijo inocente, le hizo recapacitar. El Dios misericordioso al que ahora inconscientemente obedecía, era imposible que le sometiera a tal horror. Sin más dilación se arrodilló junto a su hijo enseñándole a orar, pidiendo encontrar sanos y salvos a Agar e Ismael.
Siguiendo su intuición Abraham se dirigió al Sur, por donde sabía podía haberse dirigido Agar en busca de pozos de agua.
El encuentro fue un bálsamo tanto para Abraham, como para Agar e Ismael, a punto de fenecer de inanición. Socorridos ambos, Abraham propuso que volvieran al hogar y pidieran perdón por las ofensas dadas a Sara. En compensación, podían seguir allí hasta que se desposara Ismael al que le entregaría rebaños y criados con los que establecerse en la península arábiga.
El reencuentro entre Sara y Agar, muy emotivo, fue suavizado por la amorosa actitud de Ismael para con su madrasta y hermanastro.
Acogidos de nuevo, Sara y Agar olvidaron las rencillas creyendo cada cual que la futura progenie más numerosa de Abraham, sería la de su propio hijo.
El padre de Sara y Abram, falleció con 205 años a su haber, poco después de nacer Isaac, por lo cual Abraham era el indiscutible patriarca del pueblo Hebreo y de los futuros descendientes de sus dos hijos.
Mientras en Egipto, reinaba Amenehat I, instaurador de la Dinastía XII, falleció Sara a sus 127 años el 1969 a.C. Acudieron a enterrarla en Quiriat-Arba, (Hebrón) su hjo Isaac, e hijastro Ismael, más no Agar fallecida también.
Acudiendo Abram a orar por Sara y Agar, a sus 149 años, tomó por esposa a Cetura, hija de Jetro, gobernador del Templo del Sinaí.
De este tercer matrimonio tuvo seis hijos. El cuarto, Madian, fue motivo de enfrentamientos constantes con sus hermanastros, por incumplimiento del deseo de Abraham a que se alejara de las tierras ocupadas por Isaac, e Ismael.
Abraham falleció cuando cumplía 175 años. Le enterraron en 1830 a.C, sus hijos y famila, junto a los restos de Sara. En estas fechas, entronizado Amenhat III de Egipto, los Sumerios, dominaban Mesopotamia hasta Mari, bajo el poder de Hammurabi.
Situación del lugar de entierro de Abraham, Sara y familia del Patriarca.
Saludos de Avicarlos.
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