Periplo Cósmico de la Humanidad
PERIPLO COSMICO
Sinopsis del proyecto de los Humanos Planetarios, colonizadores a través de los evos, del Cosmos.
La Humanidad prepara una égira de la Tierra, previendo un cercano fin del Sol.
Como primer paso, terraforma a Marte. Con los rápidos avances científicos, consigue la viabilidad de transporte de la Civilización, mediante naves de dimensiones de Ciudades. Discurren los sucesos en la ERA SOLAR.
Agotada la permanencia en el Sistema Solar, recorre planetas de la Vía Láctea. Corresponde a la ERA GALÁCTICA.
Entra en contacto con otras Civilizaciones que a su vez cumplen una misión parecida. Integrados recorren la Vía Láctea, donde se les unen más Humanos de apariencia compatible con la de los Terrícolas.
El Viaje sigue con la huída de la Vía Láctea, recorriendo el Grupo Local de Galaxias. Se trata de la ERA LOCAL.
En una excursión de proporciones astronómicas, van más allá del Grupo Local hacia un espacio inmenso de concentraciones galácticas. Ya transcurren por la ERA NEBULAR.
Los viajeros de las Ciudades navegantes del Espacio, tras haberse regenerado miles de generaciones, temen no poder escapar del fin Cósmico, cuando algo les da una esperanza. Es la ERA HOPE.
El colofón se trata en LA QUINTA DIMENSIÓN colonizando a RENOVA
Inicio pues esta aventura Espacial que por longa, la transcribo en breves cortes de capítulos con
PERIPLO CÓSMICOERA SOLAR
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El Sol desde Marte
Axel, contemplaba extasiado la inmensa explanada del cráter Memnonia de Marte, con los miles de smolis aparcados aguardando el día del Éxodo.
En este momento, un torbellino de sentimientos pugnaba en su espíritu. Uno, de satisfacción, debida a la proximidad de la realización de su sueño. Se hallaba entre los cien mil pioneros a realizar el viaje a las estrellas.
Los primeros verdaderos Cosmonautas; lo contrario de la pomposa denominación otorgada a los antiguos Astronautas del siglo XX era Cristiana.
No carecieron de valor extraordinario para el avance de la Humanidad en la conquista espacial, pero su realidad era más modesta. Satelinautas y concretamente Seleninautas, hubiera sido lo apropiado.
También le embargaba la nostalgia por cuanto al cumplir su sueño, renunciaba para siempre a su regreso a la Tierra.
Además, le entristecía la separación de su amada Astrid, de los ojos glaucos, tez morena y abundante cabellera azabache.
La había conocido en un seminario para voluntarios espaciales. Su formación había durado sólo ocho meses, aunque los requisitos para el ingreso, habían sido de gran complejidad cultural y física, entusiasmo demostrado y poseedores de excelente salud y juventud.
Astrid, le llamó la atención desde el primer día por su carácter alegre y sentido de responsabilidad. A pesar de estar emparentada con un jefazo de las Líneas Turísticas Marcianas (LTM), no eludió ninguna de las pruebas requeridas, procurando además destacar en sus aptitudes.
Rechazó la influencia nepotística, con lo que el azar, la incluyó en la lista de los componentes de Magna III, cuya partida, se realizaría seis meses más tarde que la Magna I, en la que había sido él destinado.
Las naves utilizadas por LMT, en comparación con los smolis, resultaban arcaicas, definitivamente obsoletas para realizar el viaje que iba a emprender próximamente. La primera vez que Axel y Astrid pilotaron un smoli en pruebas, se extasiaron por el avance tecnológico incorporado a la nave, así como la belleza del sus líneas de diseño externas e internas, acompañadas de gusto placentero en decoración y confort.
Su manejo, resultó fácil, acostumbrados a pilotar los vejestorios hasta aquel momento disponibles.
El día de aparición de las listas distributivas del pasaje en las tres primeras Magnas, figuraron los dos entre los aceptados.
Aquello resultó una explosión de alegría, que se demostró en la fiesta organizada en la Cantina de Ciudad Marcial, para los cien mil cadetes admitidos.
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Entrada a la Ciudad Marcial, en cueva artificial
A altas horas de la noche, Axel y Astrid la acabaron en una celebración particular en su propio apartamento, jurándose amor eterno.
La decepción vino cuando salieron los destinos de los ocupantes programados para la Magna III, en la que figuró Astrid, debiendo regresar a la Tierra, hasta el día de su nuevo embarque.
Para ambos aquello resultaba catastrófico. Tan unidos se sentían, que les parecía imposible seguir viviendo separados.
Discutieron el abandono de la empresa espacial, renunciando a sus sueños. Una vez serenados, Astrid convino en que su renuncia al puesto destinado, podría representar muchos meses quizá años, para volver a tener la ocasión de obtener destinos conjuntos.
Astrid, se había ido con la misma tristeza que sentía Axel en este momento y no sabía si la volvería a ver más.
El tiempo que faltaba para el éxodo de Magna I, Axel que debía permanecer en Marte, lo aprovechó para sacarse un plús económico, actuando de piloto de la LTM , para los desplazamientos turísticos en Marte.
El negocio tradicional de gran rentabilidad, funcionaba desde mediados del primer milenio de la Colonia asentada en Marte. La restringida afluencia inicial de la élite de afortunados terrícolas, pasó a convertirse en masiva actualmente, por la clase media social.
Se logró, por la reducción de precios asequibles, al promover viajes regulares diarios.
Permanecían tres días en Marte, en tanto que tardaban doce entre ida y vuelta a la Tierra. Eran unas vacaciones, asumibles por gran mayoría.
La curiosidad por un lado y el afán de protagonismo, hacían que la ola de viajeros interplanetarios, incrementara día a día. Máxime cuando ya era por todos conocido que la aventura iniciada, tenía un fundamento: La pervivencia de la Humanidad.
Aunque los síntomas de extinción del sistema solar no lo acusaban los profanos, para los científicos resultaban evidentes.
¿Cómo iba el ciudadano de a pié, imaginar que un sol existente de más de 4.600 millones de años, iba a fenecer en pocos milenios?.
Los Astrónomos en cambio, habían calculado con precisión la cantidad de energía que iba a perder, hasta tal instante en que se convertiría en Nova, abrasando todo el sistema planetario.
Se trataba pues de programar el éxodo de la Humanidad a las Galaxias, de forma escalonada a través de un milenio.
La Confederación de Naciones Mundial, se hacía cargo del proyecto, financiándolo y dotando a todo participante voluntario, de los medios logísticos previstos. Estos, consistían en un smoli, nave-vivienda completamente equipada para el viaje, con autonomía energética de treinta años, y el emplazamiento correspondiente en la ciudad volante, o, Magna.
Se entregaba un smoli por familia. Las constituirían un mínimo de dos personas y un máximo de cinco, que por lo menos dos de ellas, obtuvieran licencia de piloto. La seguridad, aconsejaba que cada nave dispusiera de tripulación eficiente.
Ocasionalmente, deberían realizar excursiones para enlace entre Magnas, relevos en la propulsión de aceleramiento, o finalmente exploraciones planetarias.
Al principio, los voluntarios jóvenes serían preferidos, pero a medida que las oleadas de Magnas despegadas de Marte avanzaran, se haría extensivo a todo el mundo, incluidos los discapacitados.
Se preveía que a través de los años, y tras ver el deterioro vertiginoso de los recursos naturales terrestres, los participantes en el Éxodo irían en aumento exponencial. La idea de permanecer los últimos habitantes terrestres en el Hábitat natal, cuando la explosión solar fuera inminente, era aterradora.
Saludos de Avicarlos
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Iniciado por Caracolamarina
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