Contigo me voy a París y me quedo ahí, los dos tranquilitos, dos personas simples que se componen de química aleatoria, sin reglas, de besos mudos que resuenan en el alma. Me quedo contigo y nos regalamos un capítulo 7, y nos queremos a diario, y hasta dos veces al día, escuchando Public Pervert de Interpol, y diciendo C'est la Vie para aparentar que sabemos Francés; pero no sabemos, no sabemos otro lenguaje que español, un poco de inglés y el de nuestro cuerpo.
Y nos quedamos buscando y descubriendo nuestro sabor a fruta fresca, buscando con dificultad en el ojo que se pierde en el ojo, jugando al cíclope y olvidando que existe un futuro incierto, y respiramos profundo y comemos lechoza con queso crema, y yo como rosado y tú comes rosado, nos volvemos rosa.
Marcadores