No hace mucho, la mujer de un aspirante a la Realeza, me comentó: “Aunque nada de lo que la Sociedad promete se cumpla, incluso, aunque todo sea una mentira…, habrá merecido la pena por cómo hemos vivido”.
Este argumento, no sé si por casualidad, lo he escuchado de diferentes individuos en distintas ocasiones e ilustra hasta qué punto a éstas personas no les importa nada en absoluto en qué se cree o se pueda creer en el futuro, nunca necesitan la Biblia para resolver asuntos doctrinales. Llegado a este punto, debemos aclarar que ellos no tienen problemas de conciencia por no entender un aspecto doctrinal, únicamente, cuando alguien les pregunta sobre cualquier asunto, ellos, como loros repiten: “El Esclavo --que no las Sagradas Escrituras-- dice esto sobre ese asunto”. De todos es sabido que, las profecías y doctrinas del Cuerpo Gobernante, caducan antes que la leche fresca en verano: así es la verdad watchtoweriana, nace con fecha de caducidad al dorso.
El libro del sitio más jocoso en internet, que expone el desprestigio de la Wachtower, tal y como lo merecen, es para dar palmadas al piso mientras nos sujetamos el estómago, para no morirnos de risa
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