Exégesis del ApocalipsisLa revelación de Jesucristo en el libro del Apocalipsis es el inicio de una historia Impresionante de cuál aún todo estudiante académico puede darse cuenta que este escrito habla de la verdad. Muchas de las manifestaciones divinas que han sucedido a través de la historia han quedado marcadas para nuestro entender. Dios ha dado la Palabra en sí para que pueda ser asesorada en nuestras vidas. Ahora no todos estamos calificados para recibir las cosas espirituales. Juan pasó por un proceso después de haber escrito detalladamente la vida del Señor y creando los mejores consejos a nuestra conciencia, para que todos pudiéramos conocer y asociarnos con ese ambiente del cual nos ayuda a someter todo lo que somos. Ahora el orden de la revelación de este libro no todos lo tomamos literalmente como esta escrito. Siempre se ha tratado de interpretar con lujo de detalles lo simbólico y lamentablemente erramos en sacar una doctrina de un texto.Primeramente la revelación Apocalíptica de Jesucristo no se hubiera dado sin la aprobación de Dios y Dios mismo la autorizó. Porque conforme al plan de la Redención es necesario que los eventos escatológicos prosigan hasta el fin. Por tanto el libro de Apocalipsis es un libro profético que aún sigue abierto hasta que todo se cumpla conforme a su Palabra. El apóstol Juan es escogido mientras él está pasando la tribulación de la cual el mismo Señor en carne propia dijo; es necesario que en el mundo tengáis muchas tribulaciones. Amén. Ahora bien el propósito es para qué se dé a conocer el orden celestial y conforme a la justicia de Dios todos absolutamente todos estemos apercibidos a los acontecimientos terrenales y celestiales que están en su sola potestad. El testimonio de nuestro Señor Jesucristo es de suma importancia en esta revelación porque encierra la plenitud de la santidad en la cual todos debemos alcanzar, porque si no es por fe entonces creámosle a las obras que el Señor mismo manifestó con su poder. Las siete bienaventuranzas Apocalípticas, 1. el que lee y oye, 2. el que muere en Cristo, 3. el que vigila, 4. los que son llamados, 5. El que tiene parte, 6. el que cumple la palabra y 7. el que lavan sus ropas. Forman parte de los 22 capítulos del libro. Ahora bien las siete cartas que se le dieron a Juan para entregarlas en cada congregación en Asia Menor no son nada menos que un solo mensaje, a esto le podríamos llamar el mensaje séxtuple. El saludo o la alabanza y elogio que el Señor hace para cada una de ellas da a entender la relación íntima que el Señor mismo ha establecido con su cuerpo, la iglesia. Pero también no todos reciben reproche, el reproche se debería de tomar como parte de la exhortación dentro de cada mensaje. Debemos siempre recordar que Dios está más atento a nuestras necesidades que a nuestros deseos y ésta es la causa que motivó al Señor Jesucristo dar testimonio de las cosas que han de suceder pronto.Por tanto el testimonio de Jesucristo que es el Verbo encarnado de Dios es la autoridad y justicia que sale de la misma boca de Jehová. Es el mismo Padre celestial hablándonos por el testimonio de su Hijo con la palabra de Dios. El Padre y el Hijo y el Espíritu Santo forman parte de una sola esencia o más bien la misma esencia siendo aún así tres diferentes personas lo cual es una sola Deidad. La relación íntima que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo tienen, es que los tres están unidos como un todo en atributos de los cuales ninguna otra cosa creada aún siendo formada fuera de ese vínculo podría ser sobre ellos. Así entendemos que todas las cosas que han sido creadas y por las que aún están por crearse no pueden provenir de otra entidad. Todas las profecías que se dijeron en el Antiguo Testamento acerca de los eventos del porvenir son enfatizados de una manera más directa y concreta en el Nuevo Testamento. Toda profecía es de un solo carácter del cual culmina en el margen de la misma vida del Señor Jesucristo y esto una vez cumplido Jesucristo lo entrega al Padre. Éste es el orden profético establecido. Recordemos que las profecías cumplidas y no cumplidas aún llevan un enfoque primordial. Las profecías mismas están sujetas al tiempo, por cuanto Daniel dijo que la ciencia y las profecías acabarían. Ahora muchas veces una profecía no cumplida es la continuidad de una que ya se cumplió. Esto quiere decir una apoya a otra no importando el lapso de tiempo, así como también podrían darse varias simultáneamente. Entendamos que la característica profética proviene de un don. En el cual solamente Dios y su Hijo Jesucristo el cual su Espíritu es el Espíritu de la profecía le a revelado a personas escogidas del cual el Espíritu Santo ha traído de tiempo en tiempo para cumplir la voluntad de Dios. Amén.VIDENTE.DADDY
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