En la actualidad no hay ninguna traducción corriente de la Biblia al lenguaje afrikaans (hablado por los sudafricanos de descendencia holandesa) que contenga el nombre de Dios. Esto es sorprendente, puesto que muchas traducciones a los idiomas tribuales que se hablan en ese país usan liberalmente el nombre. Veamos cómo ha sucedido esto.

El 24 de agosto de 1878, en una reunión de la Sociedad de Verdaderos Afrikanders (G.R.A.) se instó vigorosamente a que se produjera en el lenguaje afrikaans una traducción de la Biblia. Seis años después este asunto salió a flote de nuevo, y con el tiempo se decidió dar los pasos para traducir la Biblia desde los idiomas originales. La obra fue encargada a S. J. du Toit, superintendente de Educación del Transvaal.

Una carta de instrucciones a Du Toit señaló la siguiente pauta: “El nombre propio del Señor, Jehová o Yahvé, debe dejarse sin traducir [es decir, no había de ser sustituido por Señor o Dios] por toda la obra”. S. J. du Toit tradujo siete libros de la Biblia al afrikaans, y el nombre Jehová estuvo en toda la obra.

Hubo un tiempo en que otras publicaciones sudafricanas también contuvieron el nombre de Dios. Por ejemplo, en De Korte Catechismus (El catecismo corto), por J. A. Malherbe, 1914, salió lo siguiente: “¿Cuál es el Nombre preeminente de Dios?”. ¿Qué respuesta se dio? “Jehová, que está escrito SEÑOR con letras mayúsculas en nuestras Biblias. Este [nombre] jamás fue dado a criatura alguna.”

En Die Katkisasieboek (un catecismo publicado por la Comisión de la Escuela Dominical Federada de la Iglesia Holandesa Reformada en Sudáfrica) se presentó la siguiente pregunta: “Entonces, ¿no deberíamos jamás usar el nombre Jehová o SEÑOR? Eso es lo que los judíos hacen [...] Ése no es el significado del mandamiento. [...] Podemos usar su Nombre, pero nunca en vano”. Hasta recientemente, reimpresiones de Die Halleluja (un himnario) también contenían el nombre Jehová en algunos himnos.

Sin embargo, la traducción de Du Toit no fue popular, y en 1916 se nombró una Comisión para la Traducción de la Biblia que habría de encargarse de producir una Biblia en afrikaans. Esta Comisión tuvo como norma omitir de la Biblia el nombre de Jehová. En 1971 la Sociedad Bíblica Sudafricana publicó una “traducción provisional” de unos cuantos libros bíblicos en afrikaans. Aunque en la introducción se mencionó el nombre de Dios, no fue usado en el texto de la traducción. De manera similar, en 1979 se publicó una nueva traducción del “Nuevo Testamento” y los Salmos, y en ésta también se omitió el nombre de Dios.

Además, desde 1970 la mención del nombre Jehová ha sido quitada de Die Halleluja. Y la sexta impresión de la edición revisada de Die Katkisasieboek, publicada por la Iglesia Holandesa Reformada de Sudáfrica, ahora también omite el nombre.

De hecho, los esfuerzos por eliminar la forma Jehová no se limitan a libros. Una iglesia de la religión Holandesa Reformada en Paarl solía tener una piedra angular sobre la cual estaban inscritas las palabras JEHOVAH JIREH (“Jehová Proveerá”). Una fotografía de esta iglesia y su piedra angular salió en el número del 22 de octubre de 1974 de la revista ¡Despertad! en el lenguaje afrikaans. Desde entonces, la piedra angular ha sido reemplazada por otra que tiene las palabras DIE HERE SAL VOORSIEN (“El SEÑOR Proveerá”). La cita bíblica y la fecha de la piedra angular han quedado iguales, pero se ha quitado el nombre Jehová*.

Por eso, muchos afrikanders hoy día desconocen el nombre de Dios. Los miembros de las iglesias que sí lo conocen evitan usarlo. Algunos hasta arguyen contra él, diciendo que el nombre de Dios es SEÑOR y acusando a los testigos de Jehová de haberse inventado el nombre Jehová.

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