En el vuelo impecable
transparenta mi figura
aquel sueño de amor
que entre la espesura de la niebla se desvaneció...
En la calides del sol, reflejadas sus caricias
se derritió el tempano protector
y en el rocío matutino
se bañó y limpió la ilusión...
Quedó impecable el ideal
visto exultante, refulgente,
quedó inmaculado,
sólo el retrato quedó...
Y en el cuadro de historia,
pinceladas de lagrimas
forman la melancolía y el dolor,
forman el anhelo de la esperanza, de llegar a donde no sé llegó...
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