Cuando era evangélico pentecostal, nunca me planteé esta situación, quizás porque todavía era adolescente y joven adulto. Como que sólo me centraba en mi presente ...
Pero con el paso de los años, leyendo, escuchando, consultando, me he dado cuenta de que los adelantos científicos alcanzados desde hace ya varias décadas hacen posible el que donemos algunos de nuestros órganos sanos a personas que los necesitan para superar alguna deficiencia de sus propios órganos. El caso del don de un riñón ya es bastante clásico, pues sabido es que una persona puede vivir bastante bien con un solo riñón.
¿ Y en cuanto a donar órganos post mortem ?
No recuerdo que mi religión nos lo prohibiera, quizás porque en aquellos tiempos se hacían menos que en la actualidad ...
Desearía saber si tu religión se opone a que consignes por escrito tu voluntad de que alguno de tus órganos sea donado a un viviente después de tu deceso o si, al contrario, te alienta para que lo hagas.
Gracias anticipadas.
Saludos.
Marcadores