Un Sr. de 60 años sufrió un terrible accidente que le provocó, entre otras cosas, la
pérdida de su pene.
Cuándo visitó al urólogo, desanimado y errático, fue rápidamente reconfortado:
"Tranquilo, ahora la ciencia combinada con
la técnica, pueden solucionar cualquier problema".
Le entregó un muestrario en el que había:
Un pene pequeño a $15,000.00;
Uno mediano a $35,000.00 y
Uno grande a $60,000.00.
El hombre desechó el pequeño y dudaba
entre el mediano y el grande.
Mientras pensaba, el facultativo le dijo que sería conveniente que
lo consultara con su esposa.
Le pareció un buen consejo y llamó a su esposa para explicarle las
opciones.
El médico, al regresar al consultorio, encontró al hombre mirando hacia el
vacío con una mirada triste.
"Y bien amigo, ¿que le dijo su esposa?"
"Dice que, como casi no lo usamos... prefiere
remodelar la cocina". Por lo menos la cocina se usa tres veces al día!
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