Las manos
acarician la imposibilidad
de un rostro
aparente
que no es más que la transfiguración
de la realidad
enmarcada en un espejo.
Las manos
acarician la imposibilidad
de un rostro
aparente
que no es más que la transfiguración
de la realidad
enmarcada en un espejo.
edu4
Pequeño en frases, pero muy grande en su decir.
Muy bueno...
Saluditos muy cordiales.
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