Un terremoto de 8,9 grados [URL="http://es.wikipedia.org/wiki/Escala_sismologica_de_Richter"]en la escala abierta de Richter[/URL] ha sacudido la costa noreste de Japón y ha provocado numerosos heridos y al menos 22 muertos y una alerta de tsunami. Según las autoridades sismológicas japonesas, este temblor es el peor en los últimos 140 años. Las autoridades también han informado de que varias personas han quedado enterradas por el hundimiento de un edificio en Sendai y otras muchas han resultado heridas; también en Osaki, en la prefectura de Miyagi, y en el centro de Tokio, donde varias decenas de personas han quedado atrapadas tras derrumbarse el techo de un edificio. Alrededor de 4 millones de casas están sin electricidad en seis provincias, según han informado las autoridades.
El epicentro de este seísmo estuvo en el Océano Pacífico, a 130 kilómetros de la península de Ojika y una profundidad de 10 km, en la misma zona donde hace dos días ocurrió otro terremoto de 7,3 grados que no causó daños. El temblor ocurrió a las 14.46 hora local (las 6.46 en la Península) y alcanzó el máximo de 7 grados en la escala japonesa, que se centra en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor.
El primer ministro, Naoto Kan, ha calificado de “graves” los daños causados por el temblor, en una comparecencia pública tras el seísmo. Además, ha anunciado que habrá un consejo de Ministros extraordinario sobre el mediodía (hora española). Kan ha pedido calma a la población y ha asegurado que su Administración hará “todos los esfuerzos para minimizar los daños”, y que ha creado un grupo de trabajo de emergencia para gestionar la situación. El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, ha dicho por su parte que el Ejecutivo se está comportando bajo la suposición de que éste ha sido el peor terremoto de la historia de Japón. Edano también ha pedido a la población a mantenerse alerta ante las numerosas réplicas y por el tsunami provocado por el temblor, que ha llevado a ordenar la evacuación en las zonas costeras en riesgo.
En Tokio, el seísmo ha sacudido fuertemente e incendiado edificios (al menos seis), según informan las autoridades locales. Los transportes aéreos, ferroviarios y por carretera están interrumpidos en Tokio y el noreste. En el aeropuerto de Narita, el más grande del país, se han paralizado todos los servicios, mientras se verifica el estado de las pistas.
La monstruosa ola de más de 10 metros originada por el terremoto en la costa este de Japón ha sacado del mar numerosos barcos en la localidad de Hachinohe, como muestra esta captura de la televisión NHK.
El fuerte seísmo ha provocado un tsunami con olas de entre siete y diez metros en varias zonas de la costa del país, según han relatado varios testigos [URL="http://www.nhk.or.jp/nhkworld/"]al canal de televisión NHK[/URL], en unos testimonios recogidos por Reuters. El tsunami ha arrasado con todo a su paso, incluidas casas, automóviles y edificios, según testigos y medios. El ministro de Defensa ha enviado ocho aviones militares que sobrevuelen las zonas más afectadas para comprobar los daños.
La televisión ha mostrado cómo algunos edificios han sufrido incendios en varias zonas de Tokio, como en Odaiba, una zona residencial, o en la zona industrial de Yokohama. Las imágenes muestran también vehículos flotando en el agua después del tsunami en el norte de Japón. En Tokio, el temblor fue tan duro que la gente que estaba atrapada en el metro apenas podía mantenerse de pie, según ha relatado un testigo a Reuters.
Coches aplastados por el derrumbe de un muro en un aparcamiento de la ciudad de Mito, en la prefectura japonesa de Ibaraki. El pavoroso seísmo ha afectado gran parte de la costa este-noreste de Japón.
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