Y cuando el cielo cambio su color
una semilla me dijo que ya no volverías
Lagrimas y llantos me hicieron creer que el mundo se acababa.
¿Era el recuerdo de esa mirada?
¿Lo torcido de mi voz cuando pronunciaba tu nombre?
¿El brillo de mis pupilas al pensar en ti? No lo sé
Hoy solo quiero salir corriendo hacia ti,
abrazarte fuerte y decirte que estoy para cuando me necesites
Que nunca me fui y que nunca lo hare
Aunque me pisoteen seguiré en tu puerta,
matando las noches para verte otra vez,
sintiendo el frio sobre mi piel
y la añoranza de tu cálido regazo invadiendo mi cuerpo.
¡Mi Jesús! El que fuiste y el que serás,
el que eres y que ya no está.
¡Mi Jesús! Oscuro ángel que me robo la inocencia de ser puro
de no probar el pecado.
Mi oscuro ángel de dolor
te suplico que no me abandones
Aunque por caminos lejanos deambule tu cuerpo
que tu alma jamás me deje solo
¡Te amo! siempre lo hice...siempre lo hare
Isaac, querido ¡Qué hermoso poema, tan colmadito de sentimiento! Me ha gustado mucho. Saludos.
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