Con la Organización Nacional comenzada en 1862 al unificarse la República argentina, el presidente Bartolomé Mitre encargó al arquitecto Jonás Larguía la obra de la sede del Congreso Nacional. El primer edificio se inauguró en 1864 y se encontraba en la esquina sudoeste de las calles Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) y Defensa, en diagonal a la Casa de Gobierno. Con la construcción del edificio del Banco Hipotecario Nacional (hoy sede de la AFIP), fue demolido parcialmente, aunque se conservó su sala de sesiones, que hoy en día es posible visitar.
Ya en 1882 se pensó en la construcción de un nuevo edificio para el Congreso, del tamaño adecuado para alojar a los representantes.1 En 1887 se destinó para ese fin la manzana delimitada por las calles Callao, Riobamba, Paraguay y Charcas (hoy Marcelo T. de Alvear).1 El 1 de julio de 1889 el presidente Miguel Juárez Celman presentó al Congreso su proyectueron presentados 28 proyectos, entre los cuales figuraban los de los franceses Lefebre, Tronchet y Rey, Paul Henry Nenot; los italianos Sommaruga, Meano y Calderini; el austríaco M.A. Turner; el uruguayo Vaeza Ocampo junto con Alfred Massue; los argentinos Avenatti, Emilio Agrelo, César González Segura (asociado con Emilio Mitre y el francés Gustavo Duparc) y Bernardo Meyer Pellegrini; y el noruego Alejandro Christophersen.
El 8 de enero de 1896 la obra fue adjudicada al ingeniero italiano Víctor Meano (Vittorio Meano), siendo aprobado el 31 de julio de ese año el contrato de dirección de obras. Se realizó una licitación el 31 de julio de 1897, y la obra fue adjudicada a la empresa constructora Pablo Besana y Cía. por m$n 5.776.745.1
La obra fue iniciada en agosto de 1897, y hasta su inauguración fueron contratados mil operarios. El 1 de julio de 1904 Meano fue asesinado en su residencia, por lo que la finalización de la obra quedó a cargo del arquitecto belga Julio Dormal, quien respetó el proyecto original.1
El Palacio fue inaugurado el 12 de mayo de 1906 para la apertura del 45º Período Legislativo, iniciado por el entonces Presidente José Figueroa Alcorta. Sin embargo, las obras distaban mucho de haber concluido, continuando en los años siguientes los trabajos de instalaciones sanitarias, decoración y revestimientos en piedra. El presupuesto para su construcción pasó de los casi 6 millones de pesos moneda nacional en 1897, a superar los 31,4 millones en 1914, por esta razón fue bautizado por algunos periodistas como el Palacio de Oro, por la velocidad en que se gastaban las partidas presupuestarias.1
La iluminación de la cúpula se colocó recién en 1930. Las obras fueron completamente finalizadas recién en 1946, con el revestimiento en piedra de la rotonda sobre la calle Combate de los Pozos. Los porteños tomaron por costumbre decir, cuando una edificio estaba tomando demasiado tiempo en construirse, que tardaba como la del Congreso.1o para levantar el Palacio en la manzana entre las calles Entre Ríos, Rivadavia, Combate de los Pozos y Victoria, originalmente destinada al nuevo Teatro Colón. El valor simbólico de esta nueva ubicación se encontraba en la exitosa construcción de la Avenida de Mayo, que tendría en su otro extremo a la Casa de Gobierno, formando así un corredor rematado por los dos poderes.
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