La funcion con una variable binaria

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LA FUNCIÓN CON UNA VARIABLE BINARIA

1. – Una función es la relación de dependencia entre el valor de una magnitud y una o varias variables. Una función se representa por y = f (x), que se lee: variable y en función de la variable x.

2. - En algunas situaciones y operaciones solo se consideran dos estados de un fenómeno o hecho: ausente (0) y presente (1). Los valores 0 y 1 también significan reposo y actividad respectivamente.

3. - Una relación similar a las funciones es la implicación, cuya formula general es: si p entonces q, es decir, si p = 1 entonces q = 1. si p = 0 entonces q = 0.

4. – En: t = f (a), t = tiempo y a = actividad. También: t = m (a), m = mientras. Leemos: el tiempo aumenta mientras haya actividad (a = 1). La sola presencia de la actividad (cambios) es suficiente para que el tiempo aumente. Si a = 0 entonces t = 0, para ese sistema propiamente. Una bombilla dañada (0) tiene tiempo = 0.

Por esto decimos que t = f (a) es una función con una variable binaria.

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LA ILUSION TEMPORAL

Como en todo fenómeno o actividad nosotros apreciamos un principio (p) y un final (f) la función t = f (a) puede traducirse como: t = f (p, f). Aquí la ilusión de la mayor o menor distancia entre p y f determina el valor del tiempo (duración). El valor 1 de a (actividad) se desdobla en p y f.

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LA PERCEPCIÓN MNEMONICA

En la percepción del tiempo (magnitud del devenir) se requiere la relación de continuidad de dos momentos secuenciales (principio y final).

Casos comunes de la percepción mnemónica:

a) La hora actual se relaciona con la media noche.

b) La fecha del día se relaciona con el primero de Enero.

c) El año en curso se relaciona con el nacimiento de Jesucristo.

Para percibir el tiempo es necesario el uso de una facultad mental llamada cromnesia la cual se va desarrollando a medida que vamos transitando por la vida. Esta es la razón de que el tiempo es a posteriori, aunque el concepto del devenir es a priori.

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CONFIRMACIÓN DE LA FUNCIÓN T = F (A)

La diferencia que existe entre la duración del día solar medio (medida generalmente por un reloj) y la duración del día solar aparente (medida por un reloj de sol) confirma la veracidad de la función t = f (a). Esta diferencia varía a lo largo del año y alcanza una mayor diferencia a principios de noviembre, cuando el día solar medio está a más de 16 minutos por detrás del día solar aparente (en concreto a 16 minutos 33 segundos cerca del 3 de noviembre), y a mediados de febrero, cuando el día solar medio va más de 14 minutos por delante del aparente.
Son iguales el día solar medio y el día solar aparente en cuatro instantes del año: el 15 de abril, 14 de junio, 1 de septiembre y el 25 de diciembre (coinciden aproximadamente con los equinoccios y solsticios).

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¿POR QUE T = F (A) EN LUGAR DE A = F (T)?

Algunos podrían pensar que a = f (t) es la forma correcta. Pero, esta solo refleja la manera en que pensamos, del futuro al pasado, como en una cuenta regresiva: 10, 9, 8, 7 … La dirección natural del devenir, de todos los eventos es antes-despues, de principio a fin, nunca al revés. Primero el fenómeno, la actividad y luego la magnitud, el tiempo. Aunque el tiempo sea una ilusión, tiene su origen en el devenir. De hecho, una ilusión es una experiencia subjetiva que tiene su propia duración. Pero ya esta situación entra en el campo de la Psicología.
Es cierto, en dos horas hay mas actividad que en una hora, pero debe tomarse en cuenta que para que esos periodos se concreticen, primero debe haber actividad (devenir). De otra manera estaríamos anticipándonos a los hechos.
Los dos aspectos de la duración son el devenir (actividad) y el tiempo (magnitud). El mecanismo de los relojes les permite generar un devenir uniforme, que con el uso de una escala graduada nosotros podemos interpretar como tiempo. En los relojes sin escala graduada, como en los relojes de arena, resulta difícil establecer fracciones iguales de duración.