SOLILOQUIO CON NIETZSCHE
Estimados Lectores:
Una nueva lectura de las obras de Nietzsche me hizo cambiar el ángulo polar de mis reflexiones
Me di cuenta de que con el Ser Complementario, estaba repitiendo algunos aspectos superficiales sobre el Ser
No estaba explorando sus lados más oscuros y, por ello, más brillantes
Sobre todo, me di cuenta que con él yo no estaba en mi lugar, no estaba en mi grupo
Estaba en la atmósfera de otro grupo, al que deseo ayudar en su realización
Pero al que yo no pertenezco y ellos me hacen saber que no pertenezco
Al reflejar esa sensación de superficialidad y de falsa ubicación, tomé plena conciencia del Ser al que debo anunciar; como los antiguos heraldos anunciaban las buenas nuevas
Para ello, supe que el único filósofo con el que podría tener encuentros vitales, era Federico Nietzsche
El único con el cual podría hablar del nuevo Ser
Me gustaría compartir con ustedes los diversos soliloquios que tendremos con él
NEGRO DE ROJO
Lo trajeron arrastrando
Como se arrastra un saco de vértigos que pugnan por salir de la razón
Lo dejaron entre cuatro paredes negras; cuatro alas de cuervos en vigilia
Se irguió ante la puerta que graznó con el chirrido de la esperanza zafada de ulular presagios
Quiso también huir del miedo viscoso que sudaba el cemento del suelo
tanteando las paredes de chimenea que formaban su espacio
Estuvo diez días en el abismo del EspacioTiempo que le sirvió de morada
Diez días compartidos con la locura
Decidió que el cuerpo descompuesto sería repugnante a los propios gusanos
si con el último hálito no manuscribiera el apremiante mensaje a la oscuridad del mundo
Tatuó las paredes con sangre, la que reclamó minuto a minuto de sus venas
Cuando los hombres leyeron el mensaje en el roji-negro de las sombras torvas
aullaron de desahucio y arañaron el cadáver del loco muerto en espumas fermentadas
Grabé el texto con la mirada como grabamos con la pupila
la imagen de quien nos salva la vida
Lo transcribo desde las paredes negras de rojo
¿Por qué no he hacerlo?
Unas manos de venas mordidas y de uñas corvas, de un zarpazo
me arrancarían el corazón mitad luz mitad niebla, si no lo hiciera
Sólo dejadme jurar que las repito
como la esclerótica de mis ojos pálidos las percibieron
Estas líneas en pentagrama, escritas con sangre son para muchos
Pero muy pocos se atreverán a aceptarlas
La cobardía es como un laberinto chino, tiene muchos recovecos
Nunca llevan a la salida, sólo la que nos advierte: vive servil y vivirás feliz
Este libro no podría pertenecer al ayer; es propiedad del hoy
Pero sólo el mañana será el que lo usufructúe
Mañana: cuando ya sea obvio, cuando ya sea inútil.
Mañana: cuando los que somos, hayamos sido
Cuando los que sean, nos hayan despreciado
Mañana
Tenebrosa palabra para la cobardía de hoy
Seguiremos
Blacutt
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