Toda la vida misma es un milagro. Y Dios que fue quien la dió la conoce toda a la perfección. Hasta los cabellos de nuestra cabeza tiene contados ( Mateo 10: 30 ).
Y para Dios toda su Creación es muy especial; y los creyentes que depositan su fe en él son un especial tesoro, escogido y precioso ( 1ª de Pedro 2: 9 ).
Para Dios nunca dejamos de ser especiales, porque Dios no es como los hombres y sus programas de radio. Dios nunca se cansa.
PUNZÓN
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