Una mujer esta secando las lagrimas y acaparando los abrazos.
Una flor sin nectar se marchita en el suelo infertil de aquel bosque
sin nombre.
Las palabras del dolor se sembraron en un abrazo que duro para siempre, para quien lo viera y para quien no tuviera dueño.
Se murio el sueño y el cielo se fue con el.
La esperanza corrio frente a mis ojos y yo sin piernas fui la burla de la odiosa desilusion que se sento a mi lado.
Isaac Soto
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