Muchas personas creen que, literalmente, los creyentes creemos que Dios es un ser barbudo sentado en las nubes; de esto se deriva el hecho de que consideren a los creyentes como ignorantes.
Pero la realidad es que, ningún creyente que haya estudiado teología o que esté bien informado, cree en un Dios tan literal como el que creen algunos no-creyentes que los creyentes creemos.
De hecho, la Biblia niega en cierto sentido la imagen literal cuando dice que Dios es espíritu, que está en todos lados, etc.
Bien, pero, ¿hemos medido u observado a Dios?
Para los ateos, no, Para algunos creyentes, no pero existe. Pero yo soy creyente y pienso que si lo hemos medido. El problema es que la religión lo describe subjetivamente, mientras que la ciencia lo hace objetivamente, pero la realidad es que tanto no-creyentes como creyentes ven el mismo mundo.
Según la religión, específicamente las religiones monoteístas, su Dios es omnipresente, todopoderoso, inmutable, eterno, creador, tiene voluntad, etc.
Pero, aunque no lo crean, existe algo en la ciencia que cumple con esa misma definición: las leyes físicas.
- omnipresentes: aplican a todo lo que existe.
- todopoderosas: son responsables de controlar la sumatoria toda la energía que puede existir.
- inmutables: en el sentido de que, aunque no cambian, sí pueden crear incertidumbre.
- eternas: existen desde que existe el tiempo (siempre); ley de conservación masa/energía.
- creadoras: las leyes físicas regulan directamente el proceso evolutivo biológico así como astronómico. Totalmente.
- Voluntad de Dios Véase principios de física cuántica.
De hecho, las leyes físicas moldean la biología ya que moldean todos los entornos que a su vez moldean la selección natural. Por tanto, podríamos decir que, si nosotros logramos crear vida como la que crearon las leyes físicas, entonces somos como ellas; somos a imagen y semejanza de Dios. Y ya muy pronto lo lograremos (algunos afirman que ya lo lograron).
Pero hay un problema: ¿significa que Dios es un Dios impersonal? Bueno, la realidad es que la diferencia entre lo que es personal o impersonal, o lo que es una montaña o colina, la creamos nosotros. Por tanto, Dios no es ni personal ni impersonal, pues esa pregunta no tiene sentido en un universo que nosotros simplemente clasificamos. No tiene sentido como no tiene sentido ir al espacio y decir para allá es arriba y para acá es abajo.
Lo mismo sucede con un Dios inteligente. Pero el término inteligencia es muy homocéntrico, y es por eso que no consideramos, por ejemplo, a los animales como seres inteligentes.
Sin embargo, podríamos usar la inteligencia con otra definición basada en lo que X ha logrado. Por ejemplo, las leyes físicas, sin pensar, lograron crear manos, pies, cerebro... y nosotros muy pronto podremos hacerlo por medio de nuestra inteligencia y tecnología. Ambos métodos, razonamiento y selección natural, llegan a lo mismo. Así que, desde mi perspectiva, la selección natural es una de las formas en las que piensa Dios. Ésa es su voluntad: dar forma.
Y recuerda: somos seres eternos; nuestra energía, nuestros átomos, todo lo que nos compone, ha existido y existirá siempre de diversas formas. Nos parecemos al Creador en ese sentido y en muchos más. Las leyes físicas moldean nuestros cuerpos, nuestra capacidad de pensamiento, etc. Nuestra conciencia no ha sido siempre, pero lo que la compone siempre ha sido y será, porque somos como Él y cada vez nos pareceremos más a Él según evolucionemos en este universo.
En términos filosóficos, yo diría que Dios nos ama en el sentido de que nos permite existir y pensar por nosotros mismos. Eso es amor; algo tan sencillo y tan poderoso; tan único.
Conclusión,
Dios no es algo que controla lo que existe, sino que es la parte de lo que existe responsable de nuestra existencia, a pesar de que algunos no lo llamen exactamente Dios a causa de que la ciencia y religiones evolucionaron separadamente; aunque en la misma realidad. Luego, no tiene sentido preguntarse si existe una parte de Dios más allá de lo que podemos entender; pero sí tiene sentido entender la parte de Dios que sí podemos observar.
Lógicamente, la ciencia era muy limitada en tiempos antiguos y por tanto, la idea de Dios fue muy humilde: reconocer que no sabíamos algo, sea lo que sea, era lo que nos creó. Hoy sabemos que son las leyes físicas, y a pesar de que la ciencia les da un nombre y la religión le da otro, repito, ambos sistemas ven el mismo mundo, el mismo universo, pero desde diferentes perspectivas y lo clasifican con diferentes términos.
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