Que cercana es tu lejanía
cuando te miro desde mi horizonte.
Tan cercana...
como lo es tu reflejo
en cada gota de lluvia
que refresca mi cuerpo.
No es fácil para mi
mantener la cordura
si te apropias de mi brújula,
cincelando mis suspiros al viento
en cada rincón de tu espacio.
Cercana, resulta ser tu distancia,
cuando albergas mis sentidos
en cada latido acelerado.
ensimismando,
cautivando,
cada milímetro de mi piel
con tu aroma lejano.
Marcadores