Me voy a referir al fondo de la inquietud de Emeric sobre la practicidad cotidiana de la filosofía
Hace tiempo, en un congreso de Poetas y Escritores Latinoamericanos, cuando yo explicaba el contenido de mi obra EL SER POÉTICO, que es una nueva preceptiva literaria, alguien me preguntó cuál era la utilidad de la Poética en la práctica
En ese momento me acordé de alguien, no me acordé de su nombre, pero había reaccionado en su momento, de la misma manera que yo lo imité en el mío
Saqué una moneda del bolsillo y le dije:
Esto sirve en la práctica, pues con esta moneda puedes comprar algo; en cambio, la Poética no te va a servir para que ganes en los negocios, simplemente para descubrir Estados Puros del Ser y deleitarte al hacerlo
Como es natural, ya sembré un montón de enemigos en el certámen
En otro congreso similar, fui invitado a casa del hermano de uno de los poetas que también participaba en el cónclave
Cuando alguien le preguntó al niño, hijo de la pareja anfitriona, qué deseaba ser cuando fuera grande, el pequeño contestó refiriéndose a mí:
Yo quiero ser poeta como mi tío Mario
El niño había tenido una buena impresión de mi persona porque yo le había citado algunos epigramas chistosos y otros refranes del mismo estilo
Ante la respuesta de su hijo, la madre con acento de fingido alivio respondió:
¡Qué bien! Ya tienes la vida asegurada; como dicen que los poetas no comen.....
Emeric, alguien debería darte una moneda
Saludos cordiales
Blacutt
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