Muchos han sostenido y sostienen que los ángeles no tienen sexo. Son una especie diferente a la especie humana. Otros, también numerosos, sostienen que son andróginos, es decir que llevan en si los caracteres de ambos sexos. Y los menos consideran que hay ángeles femeninos, pero solo nos presentan a unos pocos, lo que denota que el resto – la inmensa mayoría - serían ángeles masculinos.
Aunque en los textos sagrados se refieren a los ángeles en términos masculinos, en el Antiguo Testamento, en el Libro de Zacarías, se nombra a dos ángeles femeninos: "Levanté mis ojos y vi, contemplé, a dos mujeres que se presentaron, había viento en sus alas, tenían alas como las de una cigüeña".
Según el Zohar, libro de la cábala judía, los ángeles toman diferentes formas, a veces masculina, otras femenina.
El Islam alienta la existencia de los "hurís", (vírgenes del paraíso) que se describen en el Corán, dando a entender que están exentas, tanto de la impureza corporal o física, como de imperfecciones morales. Estos ángeles femeninos habitan en el cielo y según la literatura islámica fueron creadas de azafrán, almizcle, ámbar y alcanfor. Son tan diáfanas que a través de 70 pliegues de seda se pueden ver sus piernas. Y al entrar un creyente en el Paraíso estos encantadores seres le dan la bienvenida.
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