[SIZE=3] He estado sumergido en la oración pidiéndole al Señor que mueva los corazones para acercarse más a él, a fin de que sea en él y no en otras cosas en quién los que creen en él pongan su esperanza. He comprobado que no son tiempos para escuchar a Moisés ó a los profetas, sinó mas bién para escuchar al Señor. Cuando la nube de gloria desapareció en el monte de la transfiguración, los discípulos solo vieron con ellos a Cristo. Un poco antes habían visto al lado de Cristo a Moisés y a Elías que conversaban con él. Estaban en ésto cuando una nube los cubrió y una voz les habló diciendo: Este es mi hijo amado, a él oid. Es por lo tanto éste nuestro tiempo, un tiempo para escuchar y hacer todo cuanto el Señor nos dijere. Dios el Padre nos ha entregado en las manos de su Hijo para que le escuchemos a él, y para que tanto nuestros ojos como nuestros oidos estén atentos a él. Se acabó el sacerdocio levítico; Moisés ha entregado el testigo diciéndonos que escuchemos al " profeta" que Dios ha levantado en nuestro medio y al cuál ahora en éste tiempo debemos oir en lugar de oirlo a él. El viejo sacerdocio ha quedado atrás y ahora tenemos uno nuevo , con un nuevo orden: el sacerdocio de Melquisedec, que es un sacerdocio lleno de sacerdotes y reyes que siendo portadores de la bendición, recorren la tierra para bendecir a aquellos que han puesto su confianza en el Señor y no en el mundo , ni en las cosas que están en éste mundo. Ese es nuestro llamado en Cristo Jesús. El ministerio de Melquisedec es la intercesión, la oración, y la búsqueda de la palabra y la voluntad de Dios. Es un ministerio lleno de bendición para impartirla allá donde el Espíritu de nuestro Rey y Sacerdote nos guíe a hacerlo. Hemos sido hechos y constituidos una extensión de su Sacerdocio Real, y es por medio de Cristo en nosotros que alcanzaremos a aquellos que son suyos. Aquellos a quienes él conoce y llama por nombre. Todos ellos oirán su voz, y al punto vendrán a seguirle; otros muchos no lo harán, porque no de todos es la fe. Y la fe, es la señal de que aquellos que creen vienen al Señor porque ven y reconocen en él al Pastor de sus vidas.
Estamos orando por sus ovejas; por aquellos que son suyos aun sin ellos mismos darse cuenta. Las ovejas fueron dispersadas por todo el mundo, pero él las conoce, y en éste tiempo hay un ministerio levantado para reunir y reconciliar nuevamente con él a esas sus ovejas perdidas. El Señor está manifestando una vez mas su voz, haciéndola oir por toda la tierra; y lo hace por medio de sus siervos en la predicación de sus Palabras. Debemos por lo tanto disponer nuestros corazones para recibir con gozo la Palabra que por el Espíritu está siendo una vez mas implantada con el fin de darla a conocer en éste tiempo a todos los que nos oyeren. Debemos disponernos para la oración y la intercesión delante del Señor a fin de que implante su Palabra en nuestros corazones, y haga de nosotros unos graneros " llenos" para el tiempo de hambre y de necesidad que sin duda vendrán pronto sobre la tierra. Pues habrá nuevamente hambre de oir la Palabra del Señor, y se levantarán hombres como maestros pero conforme a sus propias concupiscencias , y apartarán su oido de la Verdad para hablar cosas que no son de la voluntad del Señor para éste tiempo; quizás sí lo fueron para otro tiempo, pero no tienen vigencia en el actual. Quiero decir que sería un absurdo prestar oidos a Moisés en un tiempo en donde se nos dice que a quien se tiene que oir es a otro , esto es, al Señor; y he comprobado con cuanta facilidad se recurre a la vieja ley para sacar provecho de los creyentes por medio de ella; pero los que hemos entrado en el nuevo sacerdocio, no conocemos mas palabra que la que nos ha sido dada por Cristo , y la que actualmente él da hoy en día por medio del Espíritu Santo que nos fué dado. Le hemos entregado todo nuestro ser a él, incluidos nuestros oidos y bocas , y hemos puesto sobre él todas nuestras necesidades para que sea él el que tenga cuenta de cada uno de nosotros. El nos dirá en todo momento que es lo que debemos hacer, que es lo que debemos buscar, porque nosotros hemos sido llamados a hacer TODO cuanto él nos dijere.Y fuera de ésto no hay otra manera de agradarle. El busca corazones completamente rendidos a él en una completa dependencia de él siempre. El es el que verdaderamente tiene cuenta de nosotros. El nos necesita para llevar a cabo el ministerio, pero la mas grande verdad es que realmente somos nosotros quienes en verdad le necesitamos a él. El es fiel, y siempre estará con nosotros. Nunca nos abandonará ni nos dejará.[/SIZE]
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[SIZE=3]Con amor,[/SIZE]
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[SIZE=3]PUNZÓN[/SIZE]
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[SIZE=3]( Meditación realizada durante el tiempo de mi exclusión del foro de Religión )[/SIZE]
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