Dolor de Patria*
Hay momentos que la patria te duele, es un dolor que se te incrusta muy dentro y para el que no existe pastilla alguna que lo pueda aliviar.
Simplemente duele y es como que no te dejara respirar en paz.
Mi patria me duele, muy pero muy dentro, me deja sin fuerzas, sin esperanza, sin alegría, sin nada... sólo esa sensación de dolor que no se va con nada.
Y mientras tanto, mientras el dolor sofoca mis pupilas, mi patria se sigue desangrando, mis niños se quedan sin padres, sin hermanos, sin nadie... generación de desposeídos que van matando al que se cruza por delante y ya nada importa, ya la vida no es sagrada ¿qué más da matar a uno que matar a cientos? de todas maneras sólo miramos hacia otra parte y seguimos como autómatas: trabajar-comer-dormir-despertar-vivir-morir-matar-llorar-ignorar-doler...
Un día más que se termina -¿cuántos muertos fueron hoy?- y otro más que empezará -¿cuántos muertos habrán mañana?-, el dolor no se va, se ha quedado para atenazar mi garganta...
*Título tomado de la obra del mismo nombre del escritor José Rutilio Quezada (escritor salvadoreño)
Marcadores