A mí en general me molestan los baneos, este incluido. Entendiendo que se trata de gente que está dispuesta a dialogar o al menos manifestarse.
Privilegiar ¡¡¡las normas!!! sobra la posibilidad de intercambiar, transformar(se), crear, disentir, dejar expresar, gritar, darse cuenta de un error, reclamar, llorar, ironizar, descargar algo de caca y todo aquello tan restringido en todas partes, por las sociedades totalitarias, por el comercialismo idiotizante, los miedos, las rigideces, los secretos familiares, las opiniones corporativas, todo eso de lo que aún no nos liberamos; me parece chato y un mal estilo repetido en este foro.
La labor de un buen moderador debiera ser elevar el diálogo, facilitar el intercambio y no andar citando las normas. Es más, estimo que en varias ocasiones las normas son un pretexto para dar rienda suelta al enojo del moderador y el raciocinio detrás es secundario. Está bien, la imparcialidad y la objetividad total no existen, es más es un sinsentido; pero ante el conflicto debería privilegiarse la posibilidad de salir jugando, no de expulsar.
Los que e expresen en el foro de religión lo harán a partir de sus dogmas, otros (todos alguna vez) lo harán a partir de su ignorancia; pero siempre existe la posibilidad de obtener algo del otro.
Independientemente de que compartiera o no sus pensamientos, modos y estilos lamento la pérdida de algunos foristas que para mí aportaban variedad (¿quién se aparece aquí para saber de normas?): de Jesus Super Star, de Antibush, hasta del señor que `pegaba sus escritos de historia, que fueron objeto de un seguimiento especial de los moderadores. Odié esa actitud -y a las personas detrás- como odié la dictadura que me tocó sufrir y a las personas que estaban detrás. Bueno, ahora ya no odio tanto - me procesé
- aquí mismo.
Mal estilo, poca gracia, mucha neurosis. Y si me pongo a extrapolar, me confirma que pocos queremos realmente la democracia. Habría que mirarse el tirano que llevamos dentro.
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