Manantial. Ficciòn erótica.
Allí esta una vez más, como todos los días, con su insoportable hedor a rústico a pueblo…hiende todo a su alrededor. Me estremece su cercanía, finjo dormir y aprieto mis párpados; con voz suave, serena pronuncia algo, no le respondo, le ignoro y sólo atino a mascullar entre dientes, alguna maldición, giro sobre mi cuerpo y le doy la espalda, insiste -¡Diablos, como es insistente!- Como única respuesta, tira con suavidad de las frazadas, provocando toda en mí, un calosfrío, me avergüenza me mire con ropa de cama, que a pesar de ser lo más fino, no es para nada seductor. Mientras cavilo sobre la poca feminidad de mis ropas de dormir, continua su labor en silencio, va despojándome del camisón, opongo resistencia, pero no ceja, continua su labor, a veces de forma mecánica y sin embargo, el áspero tacto de sus callosas manos, me provoca náuseas y a la vez, una gran excitación en mi bajo vientre, y de mi intimidad manan profusamente manantiales de lubricidad. Siento su aliento, tibio, rudo, asqueroso, recorrer lentamente mi cuerpo, de mi nunca a mis piernas, se detiene a la altura de mis caderas y hace una larga pausa en mis nalgas -¡Dios, se detiene una eternidad y yo casi al punto de desbordarme por mi entre-pierna y mis turgentes pechos, apuntan al cielo suplicando por piedad…! De pronto, sin la menor consideración, escabullé su mano en mi intimidad, hurga con sus dedos, se empapa, se moja con mis deseos que escurren sin el menor recato, sin poder evitarlo, explayo un leve gemido acompañado de un ligero respingo de mi cuerpo. Mientras, fluyo como intempestivo y salaz río, siguiendo el curso de una carnalidad desbordada. Ella, me mira extasiada ante mi transmutación, ante mi imagen de lascivo animal…lujuriosa zorra, de cabellera tonalidad intensa-pasión. Mi placer se dimensiona al mezclarse carnalidad con ira…ira por dejarme fluir ante esa menospreciable criatura, rústica cari-redonda, poco atractiva e ignorante mucama de Dorothy…..que ignora lo que provoca en mi, cuando al alba, entra a mi habitación, me despierta, desnuda y me ayuda a darme un baño... ¡******** criatura, cara de borrega…te aborrezco, no soporto tu cercanía! Y sin embargo, espero con ansía el día de mañana, y mañana...y mañana.
¡Shet, apuesta cumplida!
Respuesta: Manantial. Ficciòn erótica.
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