.

Tuve la oportunidad de viajar varias veces por motivos laborales a Venezuela.
Es más... hasta visité las Torres del Silencio en busca de mi documento de transeúnte, ya que la empresa donde trabajo quería expandirse por esas latitudes.

Gente muy chévere. Abiertos, simpáticos.
Muchísimos buenos mozos, arepas de todos los sabores y colores, pabellón y hallacas...supe comérmelos con gran placer! Jajajaj

“Gloria al bravo pueblo...”

Cualquier día nos vemos de nuevo.

..