"72 Horas en la Guerra"
Entró en la oficina del dueño de la radio, ya que solicitara su presencia.
- Mire, mijo yo lo he llamado, porque quiero preguntarle, si se atrevería a hacer algo.
- Y mientras no me mande a la guerra, seguro que me animo, pregunte nomas.
- De eso justamente se trata.
-¿De ir a la guerra?
- Si... ¿que le parece, se anima?.
¿ Y cuando saldríamos para Europa?
- No tienen que ir allá, es aca nomás, cerquita, en el Rio de la Plata.
- Los ingleses persiguen al Graf Spee y parece que se va definir en estas aguas, asi que,
se me va con el avión y desde allá arriba, cuenta todo lo que ve.
- ¡Ah menos mal!, los barcos me marean y no se nadar.
-¿Entonces... va?
- Por supuesto, hoy me levante con ganas de suicidarme, asi que esto me viene justo.
- Apenas debe ser un poco mas violento, que un partido de futbol, una tontería en fin.
- Eso me gusta, que sea optimista, vaya, y haga como Orson Wells hizo el año pasado.
-¿Mentir y hablar macanas?
- No sea tarado, quiero que todos se prendan a la radio, como si fuera el Boca/River o Dempsey
Firpo
-Nada mas, que acá pueden matar al relator.
- Oiga, no es tan grave, esto puede ser cosa de unos pocos cañonazos, ya va ver que esta guerra se acaba en 4 meses,
si hasta ahora no se han agarrado, ya no se agarran mas, a los alemanes no hay quien los pare
pero si se meten en Francia, saben que se van a dar contra la pared y los ingleses estan mas por
compromiso que por otra cosa, nadie quiere esta guerra, no les conviene.
si no les hubieramos dado de comer estos ultimos años, ya tendrían un gobierno comunista hace
rato, asi que yo no le veo futuro a este asunto, que quiere que le diga.
- Yo hago relato de deportes, de política no se, ni me interesa, pero será como usted dice.
- Ya lo hice llamar a Giavay para que este listo con el avión, llevesé como operador a Gavtchik.
-¿ A Gavtchik, Usted quiere que se maten? este tema me los va poner locos a los dos.
- Encima que no se pueden ni ver, me los encaja a mi para que yo los aguante.
- Y le digo más, cuando fuimos a Córdoba, el croata lo amenazó con pegarle un tiro al tano.
- Nadie me había contado sobre eso. mintió el jefe.
- Y digamé, ¿que pasó?
-Nada, el gringo tambien estaba armado. Fue tablas.
- Y yo ahi, como un gil de alabastro, solamente con el micrófono para defenderme.
- Los tendría que haber hechado del avión a patadas, a los dos.
- Ya voy a hablar yo, con esos caballeros, si siguen haciendose los idiotas, los pongo de patitas
en la calle, ya va ver como se tranquilizan.
- Usted es el patrón, asi que deberían hacerle caso. Pero por las dudas una cosa más.
- Si, dígame.
- ¿Ya arreglaron mi paracaidas?.
- ¡No sea payaso, hombre, vaya, vaya, tranquilo! dejemé a mi que yo los arreglo.
Y salio de la oficina para telefonear, a la peor es nada.
- ¿Hola?
- Aloo... si
- Mi amor... ¿A que hora viene a comer?
- Para eso llamaba, para avisarle, no voy a poder ir,
-¿ No,.. por que, que pasa?
- Salimos con el avión, dentro de un rato, nos mandan de la radio.
- Pero, hoy no es domingo, no hay partidos y no hay ninguna carrera, ¿adonde va?
- No le puedo decir, es secreto
- ¡Ja,ja,ja siempre chistoso usted!, en serio... digame donde va.
- Nos mandan a la guerra
- ¡Hay, no me mienta asi!, sabe que no me gusta
- Si no me cree, escuche la trasmisión.
- ¿Es en serio... se va a Europa?
- No, no vamos mas lejos que al Uruguay, hay unos buques de guerra a la entrada del Rio y parece
que va haber una batalla naval.
- ¿O sea que, vuelve hoy?
- No se a que hora vuelvo, ni idea de cuanto duran estas cosas, que se yo, no sabría decirle.
- ¡Que lástima!, mamá esta haciendo esos tallarines, que tanto le gustan.
- Bueno me tengo que ir, despues la llamo, chau... un beso.
- ¡Cuidese mucho, un beso, chau, chau!!!
- La llamo para decirle que voy a la guerra y me sale con fideos. Masculló renegando entre dientes.
- ¡Mujeres!!!
- En el aeródromo Giavay, el piloto italiano, estaba al teléfono y repetía,
- ¡Si, Comendatore, si, comendatore!!!
- ¿Que pasa tano, por que te parás firme, para hablar por teléfono?
- ¡Eh! ma.... que hay uno bocinone cui, que contano tutto al padrone, e me anno amenazato de ponerme, senza li scarpe, a la strada.
- ¡A mi no me mires mal, sabés que soy una tumba, che!.
- Se, una tumba, con un morto que parlano, giusto, giusto, para jugárselo a la quiniela.
-¿E adonde vamo signore 47, si se puo sappere ?...
¡A la guerra tano, nos vamos a la guerra...
-¡Ah la Madonna!, Io me avenutto de la Italia, per non vedere ma werra, e esto infelice mi mandano di volta, ¡ Maaahhh.. Cristo Santo!!! E non mi dicano mai, tano, io sono idaliano no tano, e una altra cosa.
- Io sono dil norde, un furlano ¿esta clarito?, ¡lo idaliano qui contano!!!
- Si los italianos que cuentan, las costillas que se les ven, les pueden contar.
-¡Muertos de hambre!!!.
Una fuerte palmada en la espalda del piloto, respondida con un puño cerrado, que parecía el martillo sagrado y risas, acaban con las recriminaciones mutuas.
-Dale Mussolini, arrancá de una vez, que se va terminar la guerra, si tenemos que esperarte a vos.
¿ E cuando salimo, para la Europa si se puo sappere?
- ¡Como joden con Europa!...
- No, no vamos a Europa, es aca cerca, vamos al Uruguay .
¿Stamo en werra con lo uruguayo charrúa, allora, e de cuando?
- ¡Dios me asista!, con estos bestias,
- Después te cuento, tano, ya vas a ver adonde vamos.
Uno de los mecánicos, salía de abajo del aparato, de propiedad de la radio
- ¿Que le haces al avión?
- Le estaba por sacar el parlante propalador, creo que no lo van a necesitar, y es menos peso para el avión.
- Mejor dejalo, asi podemos gritarles ¡no tiren che, somos argentinos!!!
- Mas bien ¡Yo argentino!!! a estos otros, los pueden matar nomás....
- Che ¿Y como va el Inglaterra:Alemania, sabés algo?
- Creo que uno a cero, hasta ahora, gana Alemania.
- ¡Ah es gracioso, el señor, mirá vos!
- El croata, apareció arrastrando un grueso rollo de cable, ni miró a los otros dos.
De alguna manera, parecía estar enterado de todo, o sería que siempre tenía esa cara, de pocos amigos.
- ¡Si van a tener cara de **** todo el día, avisen che, que yo me bajo en la esquina!
-¡Trancuilo porteñito, que a este, lo maneco io!
Gavtchik, el croata, murmuró algo en su ininteligible idioma, pero agregó en voz alta y en perfecto porteño;
-¡Gringo anarquista de ******!!!
-¡Be, be..., este cuando te quiere insultare, le sale perfeto la castilla,
y le retrucó con un bruto :
-¡Fachista animale, arrancatore de occhi!!!
- ¡A ver si la terminan che!, que no quiero mas tiros adentro del avión, gente grande, acabenla ya,
-¡Gringo... Finishela!!!
La avioneta de la radio, carreteó por la pista de tierra, levantando algo de polvo, la carrera de despegue, se hizo larga por el peso extra, de los equipos embarcados y pasó rozando los árboles del campo vecino al final de la pista, llevándose la panza pintada de verde.
- Dale nomás tano, ¿por que no le pones unas tijeras en la trompa?, asi te ganás unos mangos extra, podando pinos y eucaliptos.
-¿Todas las veces los tenés que topar?, esos yuyos ya te tienen miedo.
-¿ Estamo volando, se o no? eso e lo importante, e dopo, esquivare lo pepino voladore, e misione cumplita.
-¡Asi que estate chito!.
Desde la puerta enorme de hojalata, abierta de par en par, del hangar, dos del plantel de tierra, de pié junto a ella, veían alejarse al metálico pájaro.
- ¿Vos que opinás? preguntó uno de los mecánicos, al jefe del taller.
- ¿Volverán estos?
- Me parece, que se tienen que cuidar mas de ellos, que de los cañones antiaéreos.
- Si fueran locos no podrían subir a trabajar según el reglamento, desde un avión, y menos a ver de cerca una batalla naval, con cañones que alcanzan hasta 28 km.
- Por otra parte, ¿irían si no estuvieran locos?
- ¿Me puedo quedar con el armario del croata?
- Si no vuelven repartimos las pilchas.
- Trato hecho.
Pasado el susto del despegue, Gavtchik seguía ocupadísimo con la triangulación radial, para ubicar la posición exacta de los buques, por sus señales,¿con quien hablaba?
- Che tano, esto me parece que va para largo, ¿no sabes vos, un modo más sencillo, para llegar mas rápido?
- ¿El signore Marconi non puode? ¡que raro eh!... questo "Iolosapevotutto" son tutto iguale, a la finale, niente.
El ruido del motor impedía, que el croata oyera el comentario.
- Dale che, que si seguimos al este, vamos a aterrizar en Africa ¿no sabes como enfilar de una vez, para donde están los barcos?
- Ma claro que lo sé.
-¿Si; y como le haces, me querés decir?
- La risposta, esta en el aire.
- ¿Ah si... adonde?
- La máquina de Radio Belgrano e davanti noi, señalo cerrando un ojo como quien apunta para hacer un disparo y señaló con el índice al frente.
- ¿Guarda ese puntito plateado?... ese beh, ese e la guía, la maquina di La Belgrano.
- Salieron due minuti ante que nosotro, elle conosceno el camino.
- ¡Sos un maldito!... y lo haces trabajar de balde a este otro pobre ********, que se esta quemando las orejas con los auriculares, para ver si oye algo.
-¡ Ma... decalo al fachista stronzo, que se joda, decalo!!!
El viento, que entraba por el agujero donde debía estar la puerta, torció en una gruesa mueca, lo que quiso ser una sonrisa, en la cara del locutor.
Giavay le pegaba a la parte superior del tablero de instrumentos, con la palma de la mano, sin poder contener la risa.
- No le hagás bulla al pescado, dejalo tranquilo.
El tano, le dió más potencia al rugiente motor, que acusó el aumento de exigencia con un ronquido rencoroso y comenzaron a dar alcance lentamente, al otro aparato.
Al ponerse, por unos segundos, a la par, las aeronaves, desde el otro avión, Clur, el locutor de la radio colega, los saludó con la mano, y les hizo señas con el índice de:
-¿Tambien van para allá?
- Y le contestaron con el mismo método.
- Sembramo una squadra di bombardamento, comentó Giavay.
- Si claro, bombarderos, mas bien el circo Richtoffen, pero en calzoncillos.
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