Hoy he venido sólo para decirte que me marcho.
Me voy lejos de ti, de tu aire, lejos de todo.
He venido sólo para que no se te olvide que hace tiempo que me he ido.
Para que te quede constancia (o tal vez a mi) de que ya no estoy aquí.
Ni te quiero ni te espero.
No, no quiero sentarme, no voy a pasar demasiado tiempo aquí, sólo el justo para decirte que ya he tenido suficiente.
No empieces con zalamerías.
No me acaricies.
Ni se te ocurra besarme.
Este adiós tiene nombre y apellidos.
Y en realidad hoy he venido sólo para decirte que me marcho.
Besos;
Idem
Marcadores