Cristo, un manantial abierto
[SIZE=3]Zacarías[/SIZE]
Capítulo 13
13:1 En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.
13:2 Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia.
13:3 Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare.
13:4 Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir.
13:5 Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud.
13:6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
13:7 Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
13:8 Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella.
13:9 Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios.
Ese manantial abierto es Cristo Jesús, el cual es un manantial de aguas vivas que por medio del Río de su Espíritu, que es su Sangre, ha purificado nuestros pecados e inmundicias. Las imágenes quedan desterradas para dejar lugar a la verdad que está en Jesús. No hay a partir de éste momento un nombre como el nombre de Jesús. La palabra de los profetas debe dejar lugar a la Palabra que por medio de Jesús su Hijo , Dios nos envía. Estando “ presente “ Cristo , cualquier otro profeta que se levante debe ser considerado como falso; así lo deja bien claro el libro de los Hebreos capítulo 1 en donde dice: Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los “ profetas”, en éstos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo , y por quién asimismo hizo el universo. Además debemos saber que Cristo no vino para ser un profeta más, sino que vino como labrador de la tierra; ésa tierra somos nosotros , y él ha estado trabajando en nosotros desde temprano. Las heridas fueron hechas al trabajar con nosotros. Nosotros hemos sido los causantes de esas heridas en sus manos. El estuvo entre nosotros como amigo; El fue herido por nuestras rebeliones , molido por nuestros pecados como ya lo dejó escrito el profeta Isaías ( Isaías 53: 5 ) . El, como Pastor de nuestras vidas fue herido y nosotros fuimos dispersados por todo el Orbe ; y entonces empezó contra los cristianos la persecución a fin de que el evangelio saliera de Jerusalén, y llegara hasta lo último de la tierra. Una tierra que será cercenada en sus dos terceras partes que finalmente se perderán ; más una tercera parte como un remanente fiel quedará sobre ella para testificar de la Verdad. Esa tercera parte, ( ó el remanente ), será probado en el fuego de la prueba que vendrá sobre la humanidad , y serán fundidos como se funde la plata ( para eliminar las escorias ), y serán probados como se prueba el oro ( la prueba de nuestra fe, la cual es mucho más preciosa que el oro , el cuál aunque perecedero dice Pedro, se prueba con el fuego. ( 1ª de pedro 1: 7 ). Y será en medio de la prueba que estaremos invocando a Dios como Padre, llamándolo (Abba, Padre. Gálatas 4: 6 ) ; y él escuchará nuestra voz y dirá: Hijos míos, y nosotros diremos: ¡Oh Dios, tu eres nuestro Padre .
Que así sea eternamente y para siempre.
PUNZÓN
Iniciado por PUNZÓN
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