Marcos
Capítulo 09
9:1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.
*Cuando llegó el dia de la fiesta de Pentecostés, ésta Escritura se hizo realidad para los 120 que se habian reunido en un aposento alto en la ciudad de Jerusalem.
La Palabra del Señor Jesús les mandó que no se fueran de Jerusalem , sino que esperasen la PROMESA DEL PADRE, la cual habian oido de sus propios labios. Esa promesa consistía en que sobre ellos vendría un bautismo nuevo y diferente al que habia estado practicando Juan el Bautista. Juan los habia bautizado en agua, pero el Señor enviaría sobre los discipulos lo que Dios ya habia prometido de antemano por medio del profeta Joel: El bautismo en el ESPIRITU SANTO . Jesús les dijo que cuando el Espiritu Santo viniese sobre ellos, que ellos recibirian PODER; Ese poder no procedería de los hombres, sino que vendría sobre ellos directamente desde el Reino de Dios ; El Espiritu Santo haría que ellos fuesen testigos valerosos del Señor Jesús , primeramente en la ciudad de Jerusalem, luego en toda Judea, en Samaria, y finalmente hasta lo ULTIMO DE LA TIERRA.
El evangelista y escritor , Lucas, nos da toda clase de detalles de como vino el Reino de Dios con el poder del Espiritu Santo sobre los que se habían reunido para recibir la promesa hecha por el Padre y Dios del Señor Jesús. Esto se puede leer completamente en el Libro de los Hechos de los Apóstoles , en el capítulo 2.
Tenemos pues a un Dios que es fiel a sus promesas; y como dice el libro de los Hebreos, debemos acercarnos a Dios con un corazón sincero, manteniendo firme y sin fluctuar la profesión de nuestro cristianismo , en el cual tenemos nuestra esperanza, porque sabemos que el que nos hizo las promesas es fiel para cumplirlas en nosotros los que tenemos puesta nuestra esperanza en él. El Reino de Dios y su Justicia han venido sobre nosotros , y no podemos dejar de hablar en nuestras lenguas maternas las grandes maravillas de Dios nuestro Padre; porque el Espiritu que él ha hecho morar en nuestros corazones , clama , !Abba, Padre! ( Gálatas 4: 6 ).
Con amor,
PUNZÓN
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