Separado de tus ojos, racimo verdoso de mis besos.
Alejado de tu boca, lluvia exuberante de mi boca.
Aislado de tu cuerpo, selvático paraje de azulejos.
Mi cuerpo es, nido agreste de alcatraces.
Lejos; mi mar de delirios, es un impulso rapaz de gavilanes.
Te vislumbro mujer: coqueta, hermosa; vestida de mariposa.
Percibo tus ojos en mí, en cada espacio me miran; miran mis labios que te besan.
Esos, que alteraron, el pensar en el olvido.
Te vislumbro mujer:
entre el bullicio, melancólico de palmeras
entre rayos, fosforescentes de luna roja
entre mis venas, que rotas
humedecen tus senos.
Resido,
entre gotas de roció azucarado.
Yo,
tras las gotas,
soy sombra, de luces transparentes
que persiguen tu piel
que persiguen tu boca.
Escapas al viento,
pero no escapas de mí.
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