Cuando asomas hacia la aurora
y sonríes desde lo alto con tus colores tornasolados,
haces vibrar a las flores, a las aves, al más solitario;
renace contigo un nuevo horizonte,
difuminando con tu imponente presencia
diluvios, tormentas y tornados.
Déjame contemplar tu gama desde mi nube,
perfumado de geranios, abarrotado de encantos.
Y poder acariciar tu espectro de luz,
anidar mis emociones en tus escalones.
Permíteme dar pinceladas a mis paisajes difusos
con tus entonaciones,
saciarme de tu matiz primaveral,
fusionar tus rayos del sol con mis gotas de lluvia,
y así edificar mi paraíso en tu arco.
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