Cuando te evoco y se que existes.
Impresionada mi alma,
se asila en tu sombra.
Cuando soñador, creo, que escribes para mí,
me siento engreído; mutilo mis nervios.
Cuando creo olvidar tu nombre, encriptado entre alas,
me intimido de hacerlo. Soy adicto a pensarte.
Cuando entro a tu espacio, no te noto, no te siento,
!ah!, que distante estoy, de mis sueños.
Cuando te evoco y se que existes.
Empapas,
mi alma en secreto; que recóndita, es guardián de tus notas.
Has sofocado , vestida de seda, mis juegos de adulto.
Has recogido, berenjenas, manzanas y flores de olivo.
Has cortado flores, sus aromas; han embriagado mi vida.
Pero estas tan distante…eres horizonte… arcoíris esquivo.
Este fin de semana…..marché a tu encuentro.
Dejaste huellas de nácar, y oasis vacantes
Te busque, en las en las olas de mar.
En la playa desierta.
Por mucho, que quise encontrarte,
todo era nada, era larga tu ausencia
Cuando te evoco y se que existes,
reconozco que existes.
Opacas, con tu aroma lejano,
mis viejos amores.
Sumisa mi alma de ti, corre a tu encuentro.
Y tú, luciernaga encendida,
corres con tus alas abiertas, al encuentro de mi alma.
Soy un iluso……!solo se, que sueño despierto!.
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