Ahí Cristo no dio ningún mensaje; tuvo hambre, quiso comer higos, pero la higuera no tenía higos porque no era tiempo de higos. Y la maldijo, causando que se secara desde las raíces. Lo único que muestra ese acto de Cristo es lo arbitrario e injusto que fue con una planta indefensa que funcionaba según El mismo la había creado. ¡ Menuda incoherencia de Cristo !
Marcadores