Delicada rosa sin espinas
es acariciada por el aire que la roza
extasiado por su lozanía,
se rinde ante su tácito aroma
sumido en su fallido silencio.
De suaves pétalos perfumados
brota de un prado inexplorado,
destila pasión, destila amor,
encandila a la atónita aurora
da vibra a los enamorados.
Esconde celosamente en su limbo
los secretos de su encanto.
¡Bendito hacedor de tan prodigiosa belleza
que hasta las aves hipnotiza!
Su beldad exótica y enigmática
desborda los límites no imaginados
dulce tentación,
mágico encanto.
Ni la mirada celosa de la noche
amilana su aureola,
ni el sequío de las nubes
marchitan su centelleo.
¡Su luz y brillo anidan perpetuamente
en su esencia!.
Marcadores