Soñar no cuesta nada
Anoche me hice una pregunta algo ********, un cuestionamiento referente a lo que ha sido mi forma de pensar y de actuar frente a lo que nos ha pasado. En vano intenté responderme durante la noche pero no han nacido aún las respuestas para las incógnitas resultantes de toda esta tragedia.
Prefiero no molestarme en pensar lo que tu pudieras estar pensando en estos momentos, por que sé que definitivamente no es en mi ni en lo que estoy sintiendo. Para ti fue tan fácil pasar la página...quizas la arrancaste y la tiraste, de repente la quemaste.
Para mi... ha sido doloroso, tan fuerte que no creo que hayas sentido algo así en toda tu vida. Antes de esto, cualquier tristeza es comparable al llanto de un niño cuando le prohiben jugar en el jardín de su casa.
Es tan inevitable sentir que el aire es muy denso esta noche y que la niebla que invade mi habitación no va a pretender arropar mis débiles sueños...si es que concilio dormir porque mi cabeza está punto de explotar con tantos malos pensamientos.
Bueno...intentaré dar la vuelta entre mis cobijas, voltear la almohada para sentir el frio del lado opuesto, tal vez durmiendo logre mermar tanto desdén, encaramándome en las montañas que me traigan mis sueños y bajando por praderas floridas...pues soñar no cuesta nada.
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