Iniciado por
Polidoro Saravia
Yo creo que en nada se relacionan las religiones con la generosidad o la ayuda al prójimo, no tiene por que ser un creyente mas caritativo que un ateo o viceversa, son cosas independientes.
La caridad y el sentimiento de ayuda al prójimo viene del sentido de solidaridad que ha formado una persona, viene del grado de sensibilidad que afecta a las personas y las impulsa a hacer obras benéficas. Seguramente haya infinidad de religiosos con escasos valores de solidaridad como infinidad de ateos con grandes valores de solidaridad o viceversa. La solidaridad no tiene dueño ni obedece a ninguna organización, congregación, religión, etc. Son sentimientos que están en las personas más allá de todo, con menor o mayor grado de desarrollo.
Quizás la solidaridad y el sentimiento de ayuda sea en parte un factor genético, que vienen innato en algunas personas. Pero también estos sentimientos se aprenden, y su aprendizaje comienza de niño, principalmente en el núcleo familiar. Luego, pueden ser también inductores de este sentimiento instituciones de diferentes tipos, por ejemplo instituciones religiosas. Ciertas religiones pregonan la ayuda al prójimo, por lo que podría tomarse a esa religión como una herramienta inductora de solidaridad. Pero también, hay instituciones que fomentan estos sentimientos y que están totalmente alegados de cualquier espíritu religioso, por ejemplo una cooperativa o una mutual, fomentan el trabajo de equipo, el compañerismo, obras benéficas etc. Así que una persona puede adquirir valores de solidaridad de una institución religiosa como de una atea.
No por ser religioso –y en la historia hay barios ejemplos- las personas adoptan las acciones de caridad y ayuda al prójimo que su religión pregona. Muchos religiosos han sido, y otros muchos son, terriblemente inhumanos. Y no por ser ateos, las personas carecen de sentimientos y valores de solidaridad. Muchos ateos han hecho grandes obras benéficas.
Pero también no hay que pasar por ato la falsa solidaridad, que viene a ser la ayuda al prójimo en cambio de algo. Por ejemplo en lo religioso, es falso solidario quien ayuda al prójimo no impulsado por un verdadero sentimiento de caridad, sino que lo hace porque en su templo le dijeron que de esa forma (ayudando al prójimo) se logra el perdón de dios o se gana el cielo. O en lo extrarreligiosa, el que ayuda para hacer alarde de de su solidaridad o hacer alarde de todo lo que le sobra y puede donar. O el político que se hace el hombre de buena fe y el caritativo para lograr votos.
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