Tienen la mania de encantarle,
la belleza para amarle,
y creen que le faltan poco.
Su contextura es ternura,
su voz es conformada con pasion;
y caer siempre en las trampas mortales de sus manos.
En su mirada cautiva el retante,
en su risa la misma mania,
en su vestir templaza por perder por ellas.
En su pensar una agonia intensa por
adivinar que piensa.
Tienen la solidez de siempre agradar,
y tienen lo infinito por amar.
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