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Umbras Monstrator
Ni idea de qué estás hablando acá, si del error que te marqué o saltaste a otra cosa.
Primero: no te preocupes, nada de lo que me digas puede molestarme más que el zumbido de un insignificante mosquito.
Segundo: ¿qué sabés vos de la filosofía ateísta? Nada, evidentemente, en primer lugar porque posturas filosóficas ateístas hay tantas como filósofos se han planteado el problema desde este punto de vista: ningún filósofo acepta lo preestablecido sin meditar en ello por sí mismo.
En segundo lugar porque constantemente demostrás no saber qué pensamos ni cómo tomamos la vida.
Es menester que comprendas en principio que cada ateo debe, en el mayor número de los casos, hablar por sí mismo ya que el ateísmo, a diferencia de las religiones, no es una doctrina, sino la carencia de todo humor doctrinal.
Mi filosofía atea es, por ende, muy diferente de la de todos los demás ateos, aunque en esencia tengan la misma base: la ausencia de creencia en dioses.
Es cierto que considero ésta la única vida, y esto es porque la muerte significa la transformación de la materia en diversas formas, una de ellas el cese de actividad psíquica, la cual es el eje de la vida misma (es por eso que ante muerte cerebral, una persona es considerada simplemente muerta). La idea de una vida más allá de la muerte es, entonces, algo inexistente para mí ya que por medio de ninguna lógica ni abstracción he hallado una explicación coherente para mantener una creencia en tal cosa. Esto mismo me lleva a amar esta vida con toda pasión; a desear una vida plena y feliz; a hacer todo lo que esté a mi alcance por hacer la vida de los demás lo más placentera posible; me lleva a respetar la vida de los demás como si fuera la mía misma porque sé que vale exactamente lo mismo, pues todos tenemos sólo esta vida.
En cuanto a "las leyes morales de La Biblia", son en realidad las leyes morales de la sociedad, no es un invento divino, es una realidad surgida de la sociedad misma, de la convivencia, de la lógica y la razón. Si las leyes morales fueran una realidad surgida de La Biblia, significaría que ninguna persona que no haya tenido contacto con dicho libro conocería las mencionadas leyes, y todos sabemos que no es así: antes de La Biblia, antes de Jesucristo, antes de Moisés, los sabios ya meditaban sobre ética y moralidad estableciendo cánones hasta hoy aceptados.
Si querés conocer la filosofía de otro ateo, tendrás que preguntar a cada uno por separado, hay ateos que sí creen que hay vida después de la muerte, pero no la asocian con nada divino, desde luego.
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