Amig@s :
Cuando yo predicaba el evangelio de
Jesupablo (hasta el
1975), condenaba públicamente a los que creen que se puede entrar en contacto con
los espíritus de los difuntos, especialmente los parientes.
Con los años, y la experiencia adquirida en la vida, me di cuenta de lo incomprensivo que fui con esas personas, pues olvidaba que,
analizando bien las cosas, no hay nada intrínsecamente malo ni reprensible en desear volver a comunicarnos con los
seres queridos que ya han muerto, precisamente porque, a pesar de haber muerto,
siempre les recordamos y seguimos queriéndoles.
¿ No están de acuerdo conmigo ?
Pero debo recalcar que la
férrea intransigencia mía de aquellos tiempos obedecía a lo que dicen pasajes de la Biblia como
Dt. 18:11, donde se ordena que no sea hallado en el pueblo de Dios "ni encantador, ni adivino, ni mago,
ni quien consulte a los muertos".
Bueno, yo tengo para mí que una cosa es querer consultar a los muertos
para que nos aconsejen o nos dirijan en actos de la vida, (cf. el caso de Saúl con respecto al difunto Samuel, en
1 Sam. cap. 28), y otra cosa distinta es querer entrar en contacto con ellos
para saber cómo están, cómo les va en el Más Allá y, también, para que nos tranquilicen diciéndonos que no hay tormento eterno, sino paz y serenidad, tal y como lo aseguran muchas personas que dicen haber "ido y vuelto", durante experiencias de gran cercanía a la muerte ...
Yo, personalmente, no creo que podamos comunicarnos con ningún espíritu de ningún difunto, por razones que ya expuse en mi tema :
"NEXOS entre el CEREBRO, el ALMA, y el ESPíRITU" :
[URL]http://foros.monografias.com/showthread.php?t=35896&highlight=nexos[/URL]
Pero ahora que soy un
biblista LIBRE de toda atadura, de todo prejuicio religioso, no condeno a los que creen que pueden comunicarse con los espíritus de sus seres queridos cuyos restos "descansan" en alguna tumba, o en alguna urna. Saludos.
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