Concuerdo contigo Emeric. Las citas que has mostrado dan una idea sobre cierta graduación en el castigo, aunque eso no significa necesariamente que ese castigo sea algo como un horno donde se gradúa la temperatura para que algo se cocine a fuego lento o más rápido, como pudiera sugerir la doctrina del infierno. Yo me puedo imaginar diferentes tipos de muertes: si me permitieran es***** mi muerte no es*****ía quemado, ahogado, desangrado, electrocutado, ahorcado ni envenenado; quizás es*****ía un tiro, y ya.
Upsss, ¡qué comentario tan tétrico!
Supongo que sufrirán más a la hora de su muerte los más inicuos, pero eso no supone que Dios vaya a alargar su sufrimiento hasta la eternidad. La Biblia dice que ni mentiroso, ni adúltero,... heredarán el reino de Dios; por citar solo dos ejemplos. No dice que el mentiroso sufrirá menos, solo que ninguno de los dos estarán allí. Sin embargo, hay asuntos que para Dios son tan graves, que parece ser que tienen mayor condenación; no puedo decirte lo que signifique eso exactamente, solo lo que no significa, que es lo que ya te he dicho: Dios no disfruta con el sufrimiento ajeno; castiga solo cuando no le queda más remedio que hacerlo en consonancia con la justicia.
Marcadores