Una historia muy divertida y extraña.
Hace años fui invitada a una boda.
En Viña del Mar la gente ""bien"" ( como se dice en las esfera, de los que ""guardan las costumbres "") se casa en la Iglesia de Los Carmelitas en plena avenida Libertad.
Ahí estábamos, varias amigas del novio. Un joven compañero de la U, se casaba con una chica de rancio apellido y con familia de billetes en el banco. El de clase media.
Todos emperifollados como se usa ponerse para las bodas, esperábamos a la entrada del templo que llegara la novia. Esperamos, esperamos y esperamos...y la novia no llegó.
Nuestro amigo, pálido y con una cara de espanto, veía que los invitados se ponían a susurrar entre ellos. Los padres de la novia de repente desaparecieron, y los padres de él, empezaron a decir que pasáramos adentro de la iglesia.
Allí estábamos medio compungidos, un casi centenar de amistades y parientes del novio y de la novia.
Esta no apareció.
Ni que les cuento...Se armó un revolute de aquellos.
Algunos de parte del novio abandonado en el atrio, otros disculpando a la novia ausente.
Todos y cada uno de nosotros pensando...¿ Qué habrá pasado ?.
De a poco, nos fuimos yendo, como si la culpa, de no sé que cosa, fuera de nosotros.
El novio, entonces se acercó a sus amistades dándoles las disculpas del caso. Pobre, él que era la víctima del agravio se disculpaba.
Y de repente una de las amigas y colegas, que siempre ha sido una especie de amazona guerrera le dice:
¡¡Pero...no seas tonto!! no es tu culpa...Y de un tirón lo empezó a sacar de la iglesia. Nosotras las demás siguiéndolos...
Y de repente ni me acuerdo cómo, estábamos en el auto de una de las amigas, partiendo hacia Reñaca y prácticamente raptandonos al novio, que estaba poco menos que en estado""" cataléptico""".
Fuimos hasta Con-Cón...que es una localidad hacia el Norte de Reñaca, en donde desemboca el río Aconcagua...una playa de kilómetros y kilómetros de larga.
Ahí, mi amiga estacionó el auto y bajamos a los tirones a nuestro amigo. Que parecía un títere desmañado.
Prácticamente lo sentamos a los empujones en la arena y nos pusimos alrededor de él, a contar tonteras a tratar de consolarlo y a decir cuanta estupidez se nos ocurriera, con tal que él estuviera algo mejor...Misión casi imposible de conseguir, cuando a alguien sea éste varón o dama es "plantado" en el altar...
Pasaron las horas y él se empezó a ver más calmo...ya no le tiritaban las manos y el color parecía haberle vuelto a la cara.
Entonces nos dio hambre y como allí hay muchos restaurantes con especialidades en pescados y mariscos...
Entre todas, lo hicimos caminar hasta uno de ellos, sentarnos a una mesa y pedir un menú...que consistía en mariscos, pescados a la plancha y fritos y..una buena botella de vino blanco frío.
El no quería probar bocado, pero cuando empezamos a hacer morisquetas cómicas y a decirle, que la amistad era para siempre, que parecíamos los tres mosqueteros, que entre paréntesis eran cuatro y además nosotras con él eramos cinco....jejejejeje
Le sacamos una sonrisa del rostro...y empezamos a comer y a libar como poseídos...
Al final...terminamos con una borrachera de aquellas, en que a uno le da por hacer payasadas...
Nos fuimos a la playa cercana y nos sacamos la ropa entremedio de unos arbustos ( no era temporada, así que, la playa solitaria ) quedándonos solamente en ropa interior. Ahí descubrimos, que nuestro amigo-novio tenía puesto un boxer con dibujitos de Walt Disney...haciendo ""cochinadas""...
Las risotadas de nosotras se escucharon en toda la playa. El tratándonos de explicar, que se lo habían regalado sus amigos en la despedida de soltero y que se lo había puesto para hacer reír....a su señora.
Nunca pensó, que sus amigas lo verían en ""paños menores"" en la playa de Con-Cón y menos que él estaría con nosotras.
Así pasamos el día con él...Jugamos como niños en la arena, hicimos un castillo y no alcanzamos a terminarlo y ya la marea se lo llevaba. Nos contamos nuestras vidas ""secretas" ( tonteras casi todas ..dos éramos casadas y dos solteras ) y nuestros recuerdos, de cuando éramos estudiantes y nos daba por ponernos medio loquitos, cuando hacíamos correrías por los barrios de Valparaíso.
Llegó el atardecer, el sol empezó a esconderse en el horizonte, nosotros todavía en la playa, aunque ya el frío se hacía sentir.
En la V Región hay tres temperaturas...en la mañana frío y neblinoso a veces, en el mediodía sale un sol esplendoroso y en la tarde de nuevo frío, a eso de las 7 pm...Nos acordamos que teníamos que ""devolver" al novio...nuestro amigo.
El ya se veía algo mejor de ánimo y quizás contribuyeron, los vasos de vino, nuestras bromas, recuerdos y la compañía que le dimos en esas horas aciagas.
Así fue que enfilamos a Valparaíso, donde él vivía con sus padres...que ya empezaban a preocuparse...aunque sabían, que él andaba con nosotras...
porque lo habían visto subir al auto de nuestra amiga, la más valiente y guerrera, que ni le importó lo que dijeran todos los invitados ""empigorotados"" amigos de la novia.
Cuando llegamos sus padres que eran dos personas amables y muy buenas...nos recibieron con sonrisas de agradecimiento y con ellos nos quedamos, hasta que él se fue a dormir...Conversamos de todo y nos reímos de pavadas...así fue.
Después supimos que la novia no quería casarse con él ..porque tenía muchas dudas, que le aparecieron justo el día de la boda...Aunque después supimos, (Viña y Valparaíso eran más pequeños y todo a la larga se sabe ) que las dudas se llamaban Roberto. Y ése no era el nombre del novio...nuestro amigo.
Así fue, esa boda especial y extraña...Nuestro amigo después de años se casó con una gringa de Canadá...que había ido de turista a Viña y ahora él vive en Ontario con ella tienen 3 hijso cada uno más lindo que el otro...¿ Y la novia que no fue ?
Se casó con ""sus dudas""....y le fue mal...se separó a los dos años de casada y todavía sigue igual....sola.
Y ésa ha sido una de las bodas más extrañas y hasta divertida...que he vivido en toda mi vida.
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