Las clases de cocina de la Petronila.
Este tema me compete personalmente, porque gracias a las clases de cocina, me interesé en el mundo de la alimentación. Y con los años, cuando tuve que tener una profesión de alternativa, ( las vueltas de la vida tienen extraños caminos a veces) para juntar los billetes, para pagarme la profesión que yo quería ( estudiar en Chile es caro, porque las U son caras y además los créditos para la U de Chile eran muy escasos en ésa época )
Entonces, como siempre me había gustado cocinar, además había estudiado un pequeño curso de un año de cocina naturista, se me ocurrió, hacer clases de cocina, para ayudar a las mujeres, que no saben nada de nada y los tips que aprendí con la Petronila, cuando ella me enseñó todos los truquillos de la cocina, fueron muy valiosos, quizás los mas valiosos de este aprendizaje.
Todo comenzó, cuando mi madre queda viuda y yo con 4.1/2 años, vamos a parar al alero (casi todos los días) a la casa de la tía Mery. La tía tenía como mujer de confianza y para manejar toda la casa, a la Petronila, que además, estaba con la tía desde muy jovencita.
Cuando mi madre para paliar la pena de su viudez, empezó a ir a ayudar a la tía con su escuela de Bellas Artes, empezó mi aprendizaje en la cocina.
¿ Cómo así?, pues las "clases" de la Peta ( así la llamábamos todos) empezaron porque yo descubrí que la cocina, que era enorme por lo demás, siempre estaba calentita ( yo soy una friolenta sin remedio)y la mayoría de las veces, la Peta estaba haciendo algo rico o de comida o de postre.
Me acuerdo, que los olores eran a canela, clavo de olor, a vainilla, a azúcar quemada, cuando eran los postres que se estan cocinando. O con olor a orégano, cilantro picado muy fresco ( que da un aroma inconfundible) ) comino, romero, y a verduras frescas, recién picadas en la enorme tabla para esos menesteres, cuando eran guisos, o carnes hechas al horno o a la cacerola. En fin, ahí descubrí, la magia de convertir como una alquimista, las verduras, las carnes, los pescados, las frutas, las harinas en ricos platillos, que eran para "chuparse los dedos", según los comensales de turno, en el comedor de la tía, que siempre estaba con invitados.
La primera noción de los recuerdos, es cuando la Peta me puso en la mano una enorme ( así me pareció esa vez ) cuchara de madera en las manos y me dijo: ¡Revuelve esto: "Esto"era un picadillo de almendras, nueces, pasas, higos secos, frutas secas, todo mezclado con un poco de harina, en un enorme bol. Me tuve que subir a un pisito ( banquito de madera ) y empezar a revolver el enorme bol, con esa mezcolanza de frutos secos. Era la preparación, para añadir a la masa del tradicional pan de Pascua, ya que, teníamos la Navidad practicamente encima, y en Chile al igual que en ciertos lugares de España a la Navidad se le dice Pascua.
Me sentí de lo mas importante, ya que, ninguno de los primos, sobrinos y nietos de la tía, había hecho semejante menester.
Continuará.
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