A propósito de gauchos y de cuentos...
Acórdandome del Rudecindo...también me acordé del casero de mi paciente.
Los caseros, son generalmente un matrimonio que contratan los ricos, para hacerse cargo de las casaquintas o de hacerse cargo de una casa, que tenga parque, pileta y quincho
...Parque...pileta y quincho enormes, eran los de la casa de mi paciente en Vicente López, localidad de la zona de gente adinerada...los más...( Bueno hay de todo...pero unos más, otros menos...jamás... los de menos que menos...)
Así que, la casa tenía caseros.
La primera vez, que los fui a atender allí, me recibió la señora del casero, Un señor enorme de alto, macizo y de sonrisa fácil, con aires de persona bonachona y buena gente. Ellos uruguayos. La señora una flaquita, calladita y muy atenta, a lo que uno pudiera necesitar.
Ellos eran en realidad, los que manejaban toda la casa, enorme de 3 pisos, con un parque hermoso, la pileta siempre llena, para los amigos e hijos de mi paciente y un quincho para 24 personas.
Contaban con la ayuda de un jardinerdo y una señora que hacía de ""házlo todo " de ayudante para la casera.
Bueno, tal como les conté antes, mi paciente estaba con todo lo que significaba la investigación de su hermano raptado. Así que, yo podía pasar horas esperando el momento de atenderlos ..( me pagaban muy bien, así que, mi tiempo estaba cubierto por los honorarios ) En esas horas prefería quedarme en la enorme cocina, con todos los adtamentos que se puedan imaginar...Algunos hasta desconocidos para mí ( en ésa época un enorme micronda, traído de USA, que para mí era una novedad )
En fin, ahí tomaba cafecito con leche, con medialunas ( croissants ) y esperaba el momento en que ellos tuvieran tiempo...pero a veces pasaban las horas y los caseros tenían sus horas para quedarse conmigo allí ...acompañandome.
Fue en esos momentos, en que él nos contaba sus aventuras de pequeño, cuando sus padres, se habían venido de caseros y lo habían traído con ellos a trabajar a una de las familias más ricas de la Argentina.
Ellos eran muy paisanos ( del campo ) así que no salían los días libres...muy lejos.
Un día decidieron quedarse en la casaquinta, y él se fue a jugar al parque solo con los perros de la quinta ( generalmente en las casaquintas hay varios perros para cuidar )
Y de repente en una de las esquinas apareció una señora que lo llamaba, el fue a ver de que se trataba y qué quería la señora....cuando se acercó, se dió cuenta que un halo de luz la rodeaba...Ahí se quedó de pie mirandola y no se atrevió a ir más cerca. La señora le sonrió y se dió vuelta dirigiendose a la cerca. Cuando sin mediar nada ...ella desapareció
Cuenta él, que después se enteraron, que en esa casaquinta había muerto la señora de la casa, del anterior dueño en forma trágica ( un accidente de esos, que son muy tontos, pero que muchas veces son fatales)...Ella se cayó de una escalera en la que estaba subida tratando de sacar unas ramitas para adorno de un florero...vaya manera de morir...Dice él...y así pasamos la tarde contando de aparecidos y de fantasmas ...
Así me enteré de leyendas urbanas, de relatos de aparecidos, que a los hijos de mi paciente y a mí, nos ponían los pelos parados.
Así fue ...que tengo el mejor recuerdo, de los caseros uruguayos y de sus relatos fantasmagóricos.
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