Anécdotas divertidas y de las otras

[Caracolamarina]

Recuerdos en la mañana.

Las avenidas y plazas, están repletas y en ellas converge una multitud, que baila al son de la música sincopada de los tamboriles.
Los bailarines, se mueven como si fueran muñecos destartalados, llevando sus extremidades a movimientos extraños o más bien dicho, son desafiantes ante la gravedad, dando saltos inverosímiles al son del ritmo frenético de los compases musicales.
Es la murga.
Tradicionales y bellos en sus formas de divertirse con sus trajes de lentejuelas y brillos varios, que además llevan con orgullo los colores del barrio o lugar al que pertenecen.
""Los descalantrados de Palermo ""( barrio pituco si los hay ) pasan al son de la música, que los describe como bailarines sincopados, van al son detrás de una chica bastonera espectacular, que saca chiflidos de admiración a los varones.
Y corro como desaforada también detrás de ellos, junto a mi amiga que baila también y su rubia cabellera, se mueve junto con su cabeza que revolea al saltar y bailar. Porque la murga alegra el corazón y el cuerpo.
Recuerdos del Verano, en la Avenida más tradicional de la ciudad
Todo esto, a raíz de unas fotos que me acaba de enviarme mi amiga, desde Canadá, en donde ella habita hace años.
En su última visita, ambas nos fuimos detrás de las murgas, como si fuéramos también parte de ellas.
Mi amiga y yo corriendo, como recién salidas del Borda ( Hospital, para los que han perdido se supone la razón )por las calles y avenidas de la ciudad, ella sacando fotos y yo haciendo morisquetas.
Ya ni me acordaba de todo esto, cuando en la mañana entré a mi correo y me encuentro, con los recuerdos de esas locuras, que se nos ""pegan"" de bailar y celebrar el Carnaval en el Verano.
Miro las fotos y pienso...
Con mi amiga de tantos años...no hemos perdido la alegría de bailar al son de los tamboriles.
¡¡¡Vamos todavía!!!
¡¡Aguante el carnaval !!

[Caracolamarina]

Escucha los sonidos diversos de la calle. Las ventanas abiertas dejan pasar todo tipo de ruidos y el tráfago de los autos y buses se cuelan.
El está en su silla, ésa que es parte de su vida ahora. La que reemplazó a sus piernas inmóviles, lacias como una flor marchita.
Es joven y como tal, le está costando un esfuerzo enorme aceptar lo que le ha pasado.
Jamás pensó que a él. ¿ Por qué a mi ?
Es su frase repetitiva en estos meses. Y aunque en su profundo inconsciente sabe, que fue su imprudencia y solamente su forma irresponsable de conducir, lo que le causó la lesión, que lo tiene en la silla de ruedas.
Pero como es una verdad muy cruel, esto de no poder jamás caminar de nuevo, necesita decirse algo más que la verdad.
Entonces en su mente busca los chivos expiatorios a quien culpar.
Se dice a sí mismo, que el tránsito, fue el que lo llevó injustamente a su estado actual.
Y mira por la ventana, el lejano cielo azul. Maldice en silencio.
Sabe que sus propias mentiras, no se las cree ni él.

[Avicarlos]

Esta anécdota ha sido una de las otras, nada divertida Caracola. Máxime cuando a una manzana (una Illa, decimos acá), de mi hogar, se está ampliando el negocio de aparatos para minusválidos. El número de parapléjicos y tetrapléjicos aumenta día a día.

Y ver la cantidad también progresiva de chaflanes de las "cuadras" (es así como llamáis a las manzanas?) con parquing destinados a ellos, tampoco ayuda a obviarlos. El caso es que cada vez el círculo antes extraño de afectados lejanos, se va convirtiendo en no tan extraños y resultan conocidos cercanos.

Saludos de Avicarlos.

[Shetland]

Vivo en un 'Conjunto residencial' y cuando llegamos a la constructora a elegir la ubicación de nuestra casa, nos encontramos con que había sólo unas tres o cuatro, unas en la mitad de la 'cuadra' y un par casi en la esquina... Siempre me ha gustado estar un tanto alejado de los demás , así que decidimos es***** la segunda después de la esquinera, frente al salón comunal...
¿Sabían que los colombianos somos bastante 'bochincheros' (hacedores de ruido)?, pues en el conjunto hay algunos ejemplares que sobrepasan esta categoría.
Volviendo a lo de la casa, pero relacionando al salón comunal con los bochincheros, pasa que casi todos los fines de semana tenemos fiesta ¿adivinen en donde? ¡ Al frente !...

Resultado: Cartas enviadas a la administración para que por favor regulen el volumen de las fiestas y el constante entrar y salir de los invitados... Sin respuesta satisfactoria.
Pero me saldré con la mía, resulta que el mes pasado, La Secretaría Distrital del Medio Ambiente publicó una resolución que me favorece en un 70%.... ¿adivinen qué haré?

---

:•

[Caracolamarina]

Shetland...¿ qué suceso vendrá?...Quedamos a la espera...de lo que sigue...
¡¡Guau!! ¿Les pondrás el decreto en la fachada, pintado en rojo?...bue..esa es una posibilidad. Yo también haría lo mismo...si es así.

Avicarlos...Tal cual ...esa es una de ""las otras"
Y es real...nada de ficción. Por eso mismo, te deja pensando en que la vida cuando se tiene ""normal"" ( ¿ qué es la normalidad ? ) Muchos creen que la tienen ""amarrada" que pueden jugar con ella, y más todavía, juegan con sus vidas y las ajenas.
Manejar bajo la influencia del alcohol, es una de estas ""jugadas"".

Saluditos para los dos...Y gracias por venir a decir y contar.

[Caracolamarina]

Encuentro.

La magia, es una de las palabras, que sobresalen de su lenguaje.
Lo conoce hace como una hora, pero no sabe sustraerse a su encanto y a sus formas de hablar. Porque los recuerdos la embargan.
Cuando caminaba por la Avenida, lo vio venir de lejos, con su bastón blanco de invidente.
Se quedó mirándolo, porque se dio cuenta que él se tropezaría con unos muebles puestos en la calle, por alguien que se estaba mudando.
De pie, ahí como inmovilizada, presa de un palpito extraño.
El siguió caminando hacia ella, y pudo darse cuenta, que su cara le recordaba a alguien del pasado.
Cuando de un salto, quedó a la par de él, y le dijo:
¡¡Cuidado!! Te vas a tropezar con algunos muebles, que están en la vereda, porque hay una mudanza.
Lo tomó del brazo y en ese instante él la mira, lo que es un decir, porque sus ojos oscuros, están vacíos de vida.
Se estremece al contacto de su mano.
Ella con la intención de acompañarlo en ese momento, lo hace a un lado y pasan raudos al lado de los obstáculos.
El le da las gracias.
Ella sonríe, porque a él se le hacen dos hoyuelos en las mejillas. Tal como se le hacían al ser, que él le recuerda.
Le dice: ¿Para donde vas?
El con una voz de barítono, ( igual a sus recuerdos, del otro ser ) le dice una dirección, que queda a como 9 cuadras de donde están.
Ella le contesta: Te acompaño, porque en realidad no tengo nada que hacer. Lo cual es una mentira, pero ya se decidió a ir con él, esa distancia.
No puede evitar la sensación, que tiene en su cuerpo.
Unas mariposas se instalan en su estómago.
Los recuerdos, le afloran como imágenes perdidas, que de repente la asaltan sin consideración.
Caminan en silencio. El lo rompe diciéndole, que es una persona muy amable, que espera no ser una molestia.
Ella le contesta, que no, que pensaba ir por ese lugar. Otra mentira más.
Caminan por entremedio de la gente, que pasa presurosa por el lado, ya que, todos miran el bastón blanco y le ceden el paso.
De reojo lo mira. Tiene el cabello oscuro ensortijado de rulos, la cara es angulosa, y una boca bien formada. Su porte es un poco más alto que ella.
El le comenta, que recién conversó con un amigo, sobre la mágica forma, que a veces se tiene, de encontrar personas, que son bondadosas.
Ella le contesta:
¿ Qué tiene que ver la magia, en todo este encuentro ?
El le dice que mucho, porque si ella no hubiera estado ahí él quizás se hubiera caído y lastimado, al no poder ver a tiempo, los muebles en la vereda.
Ella piensa, ¡¡Bendita mudanza!!
Porque las mariposas le aletean y siente que la emoción la embarga.
Caminan en silencio.
Ella no puede callar más y le comenta que él es muy parecido a un amor del pasado.
El se detiene. Con un gesto en su cara que denota la sorpresa.
¿ Por eso me estas ayudando ?
Algo así, dice ella.
El entonces le pide que le cuente de su amor.
Ahí de pie en la avenida, ella le comenta del pasado.
No sabe por qué lo hace, ni se da cuenta, que el tiempo va pasando.
El escucha atento.
Después de un rato, ambos saben que ya terminó el tiempo, que se han brindado.
Ella lo deja en el paradero, le da un beso en la mejilla.
El le dice... Gracias.
Ella con una sonrisa le contesta, que no hay de qué.
La Avenida, como siempre está con un tránsito bullicioso.
Cuando se va alejando, las mariposas ya no aletean en su estomago

[Caracolamarina]

El abuelo y el cachorro.

Llega todos los días a sentarse en el banco de madera, medio destartalado de la plaza, que está ahora recién pintado.
Como él viene con su bastón y con una bolsita en que trae migas de pan, para los pájaron habitantes de los árboles añosos ( esos, que todavía se salvan, de la mano de los que odian a los árboles viejos ) El antes de tomar el asiento, que es como su casa, lo mira perplejo.
¿ Cómo, pintaron el banco?...musita en voz baja. Pero como está cerca de uno de los chicos, que pasean perros, éste le dice...
¡Cuidado abuelo, no se vaya a pintar el pantalón!
Se queda ahí de pie, no sabiendo que hacer, ante la "novedad" del banco de su predilección.
Entonces el chico, que no es más que un adolescente, pareciera que se conmueve con él, que a lo mejor, hasta se parece a su abuelo.
¡Venga por allá hay otro banco, que no está recién pintado!...Venga por acá.
Y lo lleva en efecto, a ese otro lugar.
Los perros, están medio trastornados, con tanto paseo diferente, ya que, se supone, que entrarían al canil de la plaza y no ha sido así.
El y el chico se ponen a conversar. Los perros, en vista de que el coloquio no los incluye, se sientan alrededor.
Quizás que cosas le ha contado, para que el chico lo mire con suma atención, y le dedique parte del tiempo que tiene, para que los perros estén en el canil.
Después de un rato, de amena charla, se despìden y el chico le habla al oído. El se sonríe y se queda ahí sentado en el nuevo lugar.
Abre la bolsita con las migas y se dedica a alimentar a las palomas, que al mirar el banquete se acercan presurosas.
Al otro día, ambos se encuentran ya en el mismo lugar. El chico le conversa y él le responde. Los perros, me parece que se conforman con esto de tener que esperar, para entrar al lugar en donde juegan y se olfatean.
Así han pasado los días y la rutina de siempre se va repitiendo.
Hasta ayer, que el chico viene con un perro nuevo, que es un cachorro de esos cinco veces cinco, ( o sea, que después de cinco multiplicado por la misma cantidad de cruzas, nació él )
El cachorro, trae una larga correa, de esas que se estiran y que además permiten, por eso mismo, que el perro tenga más libertad de movimientos.
Pero los otros canes, parece que no entienden mucho de cachorros libertarios con correa ad hoc. Entonces todos ladran reclamando de ""sus " derechos a también tener más espacio, para correr.
El, entonces le dice algo al chico, éste se queda pensando un rato...y después le contesta...le pasa la correa a él, que está sentado en el banco.
El cachorro viene a su lado. Ambos se observan, mientras el chico lleva a los otros al canil.
El le pasa la mano por el lomo y le habla. El can se queda quieto y lo mira.
Pareciera que se conocen de mucho tiempo.
El perro, empieza a alfatearle los zapatos, él se queda quieto y lo vuelve a acariciar.
Entonces el perro, como acicateado por tantas demostraciones de cariño, se para en dos patas y le besa un brazo.
El ríe de buena gana. El can se pone hacer cabriolas y sale corriendo pero cuando la correa le demuestra, que está atado, se queda ahí parado en la tierra y pasto. Y lo mira.
El le hace gestos, para que corra, sin soltar la correa larga.
El can entiende el mensaje. Se pone a juguetear alrededor.
Después de un rato viene el adolescente paseador. Los mira dice algo y ambos asienten.
El se queda ahí sentado, viendo como el cachorro juega.
Hace con la bolsita de papel en que traía las migas, una pelota y así ambos juegan al ""tira y recoge la pelotita".
Se ha formado una amistad, que de ahí en más, todos los días se los ve en el asiento de la plaza, con ahora juguetes diferentes.
Una pelotita de plástico color azul, un juguete de esos de género, medio cachuzo, que a lo mejor él se lo sacó a un nietito, para su regalón. El can juega con él, al tira y recoge, para después llevarselo a sus pies.
Una amistad ha nacido y además un ayudante, para el adolescente, que ahora a veces trae mate y ambos, abuelo y paseador, disfrutan la mañana mateando.
Son los que hacen a la placita, un mundo diferente, al tráfago diario en la gran ciudad.

[Caracolamarina]

La diversión de andar por la costanera es...mirar a los otros que pasean.
La señora con dos de sus nietos, que son cada uno más travieso que el otro y que la tironean, para que les compre unos algodones de azúcar. Esos que vende el hombre de delantal azul, que es un habitué de los comerciantes, que rondan esas veredas en ésta época del año.
Ella dice, que no pueden comer eso, porque se dejarán las manos y la ropa imposibles.
Ellos insisten, con sus vocesitas de nenes. Piden entonces, con tanta insistencia, que casi me levanto de donde estoy y les compro los algodones, que además me traen recuerdos de mi infancia en la Plaza Victoria de Valparaíso ( puerto lejano en los recuerdos ) El ""algodonero" era un señor, que parecía Papá Noel con una barba de esas de postal de Navidad. Todos en el puerto lo conocían y al igual, que estos nenes, acá en el presente repiten los pedidos infantiles, por la golosina, que además es del mismo color rosado.
La abuela, por fin se decide, a comprarles el algodón azucarado y yo me fijo en ellos de nuevo, que se sumergen en el enorme placer de comerse el anhelado dulce.
A lo lejos está el Cristo de la escollera Sur.
esta escollera se adentra casi 3 kilómetros mar adentro. Y al final de ella tiene un cristo parecido al que vemos en el Corcovado en Río de Janeiro...Ojo, parecido nada más.
La escollera, es un paseo tradicional.
Uno entra con el auto y a la mirad de ella, se encuentra con un refugio, para lobos marinos, que están al sol, posando para las fotos de los turistas, que los ven como un inusual paisaje, cuando no los conocen.
Los barcos que están para desguace son varios, en la orilla y los lobos los han tomado, como un habitat, en que se pueden poner al sol y además retozar entre las hembras y sus lobeznos.
Tienen un olor penetrante que si uno tiene buen olfato se hace casi insoportable respirarlo. Pero como ya los hemos visto imnumerasbles veces, pasamos de largo y nos adentramos en el Océano Atántico y sus olas calmas, este día de sol.
Mar del Plata, es una gran atracción, para los que nos hemos criado junto al mar.
Aunque de donde somos oriundos, el paisaje es diferente, pero ya estar cerca de las brisas marinas y ver el color de las olas, nos pone de un ánimo optimista y risueño.
Nos vamos a tomar un cafecito al final de la escollera, donde hay un restaurante confitería y allí podemos ver los barquitos de turismo, que salen a pasear a los que se atreven a aventurarse mar adentro, para ver la ciudad desde otra perspectiva.
Después vamos al tradicional almuerzo en los restaurantes del puerto, en donde se comen pescados de todo tipo y unas exquisitas y sabrosas rabas ( unas frituras de calamar, que son de rechupete )
Miro a los comensales, que están felices e compartir con la familia estos almuerzos, que ya son parte del ""paisaje"" de la ciudad balneario.
Quisiera que estos días se prolongaran más, pero las obligaciones nos llaman y partimos con algo de nostalgias, porque dejamos un poco de nosotros mismo acá...en la costanera y en los bancos de los miraderos del torreón.
Mar del Plata, perla del Atlántico.

[Caracolamarina]

Realidades y fantasías.

De noche, se pasaban las horas en mirarse y decirse las palabras más tiernas y aunque a veces se peleaban por tonteras, el día los encontraba abrazados en una sola persona. Convertidos por el amor, que ellos se tenían en uno solo, en un ser diferente y feliz.
Sin embargo, nada es para siempre.
Los años pasaron y las rutinas los apresaron en cadenas de gestos diarios y en prosaicas obligaciones. Llegaron los hijos, que además en su momento los llenaron de alegría, pero también de obligaciones.
Porque los bebés lloran de noche, se hacen caca cuando menos se lo espera y además necesitan atención constante. Son preciosos cuando se ríen y se les hacen hoyuelos en las mejillas y cuando empiezan a caminar, son como unos pajaritos, que aprenden a volar.
Van creciendo, los padres están presentes, porque ellos son ahora el motor de la vida. Todo así, es el círculo de la vida.
Los niños se convirtieron en adolescentes, que aunque los cuidados fueron muchos, alguna vez estos quisieron volar más alto de lo que podían y ellos tuvieron que estar más que atentos, para que ellos no se estrellaran.
Todo pasa rápido a veces.
Sin darse cuenta, los años fueron cayendo en las hojas del calendario.
Los cumpleaños, fueron haciéndose más de adultos y nada ya de compartir con ellos era posible, porque tenían un mundo diferente, al que ellos conocieron.
Y un día, se miraron al espejo y vieron a una señora con arrugas en la comisura de los labios, y canas en las sienes él. Las figuras, ya no eran las mismas, los gestos menos.
Se dieron cuenta, que a pesar de amarse tanto, eran como dos extraños. Porque ni se habían dado cuenta, como se les ha ido el tiempo.
Y empezaron a querer atrapar la juventud, que todavía creían poder tener.
Ella, se tiñó las canas y se compró ropa a la moda.
El, se inscribió en un gimnasio.
Ella, se puso a dieta estricta.
El, se compró ropa deportiva y cambió el auto.
Ella, se hizo ""un refresco"" en la cara, que le dejó la frente sin poder moverla.
El, cambió el lenguaje.
Ella, empezó a estudiar maquillaje de novias.
Los días, empezaron a tener otros paisajes de otras personas.
Y un día, él le dijo, necesito conversar contigo.
Ahí, en el living de la casa, le dijo que, se había enamorado como un chiquillín de la hija, de los vecinos de al lado.
Ella, lo escucha estupefacta.
El le dice, que no se preocupe, que nada material le faltará.
Ella, se queda mirando el vacío.
El, se va de la casa, a un departamento de soltero.
Ella, descubre los "placeres" de la bebida.
El le reprocha, que ella no pueda sostener a la familia, que él pone todo el dinero que puede.
Ella, decide cambiar su vida y deja el alcohol.
El se pelea con la noviecita, que lo abandona por el profesor de tenis.
Los hijos les dicen, que se volvieron locos y que vuelvan a ser "normales".
Ambos, se encuentran en el living de la casa y conversan y...recuerdan.
Cuando dormían y creían, que eran uno solo en el amor.
Deciden probar suerte de nuevo.
Los hijos, algunos de novios otros solteros y sin apuro, los apoyan, pero con condiciones.
Ellos se miran y dicen que pensarán si las aceptan.
Se encuentran en la esquina del cine. A la salida se toman de la mano y se miran...sabiendo... que ya son uno solo ....

[Avicarlos]

El despliegue de la vida de una pareja, en un soplo. Real, real, real......

Muy bueno Caracola.

Saludos de Avicarlos.