Si, es muy cierto que la vida nos pone a pruebas muchas veces. Y si son demasiadas, todas conocemos eso de TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE QUE AL FIN SE ROMPE.
Supongo que es inevitable. Todo tiene un límite, y a veces cuesta llegar a él con paciencia. Llegar se puede llegar pero y la paciencia, ¿dónde se perdió?
Me alegra mucho verte de nuevo por aqui.
Saluditos,
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