Iniciado por
Caracolamarina
El tío sabía que la fiesta sería para e´l y que además él podría invitar a todos los amigos que quisiera...
Muchos de ellos jugaban poker con él los días Viernes...y la tía les tenía ojeriza..o sea malas ondas jejejeje, ya que, según ella, eran mala influencia...para su marido.
Las noches de poker, eran de antología, porque los amigos se tomaban hasta el agua del florero, poco menos, y el tío se tomaba unos cognac y algunos pisco sour y entonces llegaba mareado a su casa, lo que a la tía la ponía del tomate.
El tío cuando estaba"" mareadito""como decía él, solamente se reía a carcajadas, vaya a saber de qué...Y as, toda la casa se enteraba a la hora que había llegado.
La tía y La Petra eran las encargadas de acostarlo con ropa y todo y así ellas se quedaban después desveladas, conversando en la cocina y tomándose un tecito, para ""pasar el soponcio " de ver al tío en estado etílico.
Llegaba el día de la gran fiesta.
Días antes La petra se dedicaba a preparar todo tipo de platos...como por ejemplo los """arrollados de huaso""" una especie de matambre, pero de carne de cerdo adobada con todo tipo de especias y ají picante, relleno con verduras, huevo duro, atado con una pitilla y cocido por horas, en enormes ollas para tal efecto.
Se preparaban varios y después las tortas de todo tipo, al tío le gustaba la de papya con crema chantilly...remojadita los bizcochuelos con su cognac favorito, y además los pasteles y los platos de fiambres diversos...en fin la comida era parte principal de la celebración y...los encargos.
Los encargos, son las cosas que se necesitaban, para preparar algo y que se encontraban en Santiago solamente.
Por ejemplo, los licores traídos de importación, que solamente en una licorería de la capital había ( whisky irlandes y rhum de Cuba ) en donde había una gran licorería que los importaba.
Por ser el santo por única vez se encargaban estos ""tragos"" porque a los amigos del poker, les encantaban y la tía hacía la excepción, para que su marido atendiera a sus amigos preferidos.
Las fiestas eran tan tradicionale,s que todos en la familia esperábamos el día de los santos de los parientes que se celebraban, como era el caso del tío Juan de Los Andes.
Una felicidad de esas que se recuerdan.
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